Como dijo el abuelo Groucho: "Partiendo de la nada llegaremos a las más altas cimas de la miseria". También recogido por el general Custer: "De victoria en victoria hasta la derrota final"







sábado, 29 de septiembre de 2018

SEMOS PELIGROS@S (Que iba Conchi...)

- Chaval, desde que soy influencer, es un no parar...


Estos días de calor no se pueden perder para el ciclismo, son una bendición, el cuerpo pide jota. Y como somos malos estudiantes y lo dejamos todo para setiembre (aunque según JaviyChema, "Tarna, contigo empezó todo") y hay que darse el arreón final y teníamos deberes sin hacer, hoy tocaba el parque de Somiedo, el inmarcesible (señora, que no se puede enmarcar) origen de los teitos, la tierra de las mil y un leyendas... Y de la Farrapona, un nombre que nada más mencionarlo inspira pavor. Pero como esta gente de Gijón están acostumbrados a estos aumentativos (La Escalerona... El Molinón... La Cerona...) y son más chulos que un ocho, decidimos utilizar la táctica conocida como "En peores garitas tenemos hecho guardia", con su variable "en peores plazas hemos toreado".

- Aquí todavía olíamos a Nenuco...


Así que después de diez mil whatsapp, seis horas diferentes para salir, y cambiar la salida veinte veces, hicimos un calentamiento despac... suave, lo cual en el GC Buenavista quiere decir 3 kilómetros de Albarida a Belmonte y 28 a La Malva. Menos mal que como Ireneo y yo hablamos sin parar quitándonos la palabra y sin dejar al otru meter peseta, se llevó bien. 

- ("Redios, esti Carbajo habla mas que calla un muertu"
- "Redios, esti Ireneo habla más que calla un muertu")


Calentamiento, la carretera pica un poco, nada que no hayamos hecho, pero los dos kilómetros finales avisan un poco. Y cuando pasas el tunel, "Lasciate ogni speranza, voi ch'entrate" (Pa los de Bachillerato... que os lo explique Montse la de Latín. En asturiano, agarraivos. ) Once kilómetros que ya son cosa fina, nada del otro mundo, no es la Vuelta a Biafra (ver post anterior), pero ya te va poniendo madurín. Y llegando a Saliencia, el premio, siete kilómetros duros, aunque no tanto como esperábamos, buena carretera, fair play, un puerto que asusta pero que te deja subir, un puertacu políticamente correcto, sin grandes engatadas. Hasta el tiempo se portó bien, sol pero sin apretar, vegetación y sombra casi hasta el final. Así que subimos como un goteo ascendente (??¿), algunos con la ayuda de los defensas-escoba (Goyo, Javi,  Michael). 

-Por aquí subió esti pobre raposín


Y la llegada fue como una liberación despues de una semana de estar acongojados (y aquí me ponen ustedes el sinónimo que quieran) de dimes y diretes, de aemets, de miedos. Así que no es extraño que aprovechando el buen tiempo, nos pasaramos un buen rato jugando como críos. 

- Aquí ya olíamos a Ô de Cuché, para los que dejan huella en mitad de la caleya. 


El descenso, 18 kms, a full. Y de La Malva abajo, otros 30, la sensación de que nunca llegábamos, este no es mi Belmonte, que me lo han cambiao. Pero al final llegamos por lo Civil o por el Juzgao, y claro, como no puede ser menos, una buena fartura. 

- ¿Y cuando decía el enterau de Carbajo que él subía con una pierna amarrada?
- Calla, calla, que me meo...

Y el sábado que viene...

sábado, 22 de septiembre de 2018

UNA OBRA DE ARTE

- Esto de subir el fitu y hacer videos ya empieza a aburrir un poco...

Pues si, señora, lo de hoy fue una virguería, una faena de aliño de Curro Romero, el gol de Ramos en la Champions, un cuadro de Goya... o una atrocidad. 132 kms, ni me acuerdo de cuando llegué a esta barrera, una machada semire por donde se mire, 1.590 metros de subida, y de guinda del pastel, El Fitu. 


Para ello tuvo que darse una conjunción astral, una alineación de los planetas, y dos circunstancias: A), un día espectacular cuando por la tarde la temperatura invitaba a no irse para casa, ni una nube, elmejordíadelveranoaliniciodelotoño, y B), un grupo de amigos inmarcesible (señora, que no se le puede poner marco). ah, y C), el Factor Verano Azul. 

Todo iba bien, Gijón- Villaviciosa - Colunga, "solo" 50 kil´metros, si doy la vuelta, igual que el año pasado, ya lo hice, puedo hacerlo fácil, inicio una retirada por el foro, la infantería nunca retrocede, da media vuelta y sigue avanzando. 

El error fue tomar el café con Chema y Javi, dos hermanos que no aceptan un "no" por respuesta, como lo vas a dejar aquí, esti señor (José María) ye camioneru, no entrena por semana, pesa... unos cuantos kilos. No. veréis, pero yo ya subí el Fitu hace quince días cuando la vuelta, y eso convalida como el master de Casado. 

- Que va, ya sabes el camino, así lo tienes fresco, y así nos indicas (indicar a quien me sacó diez minutos...). 

- Carbajo ta dopau, que ayer tomó un gin tonic...
- Calla, Conchi... 

Y como no valen excusas, mi capitán, ahí me ví haciendo grupeto con el camioneru José María y su mujer Conchi y con el gran Ireneo, que tiene un inconveniente: habla más que yo, y una ventaja: con tres cojos y dos mancos consigue ocho campeones del mundo. 

- Soy el mas gallu... y lo sabes. 
- (Ay madre, a esti algo i pusieron en el bidón...)

El Fitu, a ver como os lo explico: partes de 20 ms de altura y subes a 580 ms con uncalordelavirgen a las dos de la tarde, el culotte apreta justo ahí, el maillot se te integra en la piel y las letras de la publicidad se diluyen y te quedan en la piel, los calcetines acumulan el sudor como dos bolsa de plástico y las zapatillas son como una olla con dos huevos cociendo. Y subes, claro, la verdad que estoy como el cañón del Sella, al fin y al cabo subí hace quince días. El día, imposible mejorar, os lo dirá Chelo desde Fiós, se ve el instituto de  Manuela en Santander, se ve el bigote de Revilla, se ve Luanco, los barquinos, hay tanta gente que parece una fiesta de prau. Solo hay un problema, hay que volver. 65 kms. de vuelta. 


- Españoles estos estar para encerrar... 
 
Menos mal que entre todos fuimos dando relevos, hablando sin parar, maldiciendo en arameo, Colunga, la Villa, el Pedrosu... y aquí viene el momento Verano Azul cuando encontramos a Jens y a Erika, unos alemanes con un respetable dominio del castellano, haciendo el Camino en bici, más despistados que un pato en un garaje. Como ya estábamos casi en casa relajamos el pistón, les encontramos alojamiento en Quintes y, en un pichinglis compuesto de alemán, castellano, swahili y chino mandarín les explicamos porqué hay que escanciar la sidra y que  los pinchos de encima de la barra, con moderación, son cortesía de la casa. 

Y con una sensación encontrada por la pena de acabar un día maravilloso y a la  vez gana de darse DOS duchas (una para quitar la roña y otra para refrescar, no sé si con ropa o sin ella, no sé si metiendo la Calurosa directamente en la lavadora) acaba el día de ciclismo que hacía tiempo que había soñado.

jueves, 20 de septiembre de 2018

¡¡7.300 KILÓMETROS!!


Como decía Clodulfo en "La venganza de Don Mendo", "más brilla hoy el sol/ aun siendo el mesmo". Y el motivo es que en el día de hoy, cautivo y desarmado el ejerc...

(Cagonlespites, ya  se me fue el santo al cielo)

Como os contaba, hoy he ticado 7.300 kilómetros. 

Los mismos que el año pasado. Una atrocidad.

Es decir, estoy al mismo nivel que el año pasado. Y aún me falta un mes para colgar la Calurosa y dedicarme, por fin,  a descansar. Da miedo pensar lo que podría haber sido de no haber tenido esta primavera cercana al Armagedon metereológico, o de no haber parado el mes de julio por las maldita oposiciones.

Para llegar hasta aquí ha habido una conjunción astral: ganas, empuje, buen horario (me temo que con este nuevo horario este año voy a trabajar todo lo que no hice en nosecuantos años), cabezonería... Y un pacto con el diablo, ahora que soy influencer ya puedo vender mi alma al mejor postor en Ebay. No se trata de que pasen o no los cincuentay muchos; se trata de no rendirse, de vencer la tentación de mandarlo todo a paseo y marcharme a jugar a las cartas como un jubileta. Pero como decía Kipling, aún me queda la irresistible voluntad de resistir. Y como todo fausto tengo mi Margarita particular, Marina, que cuando me amenaza la flojera me saca a entrenar aunque sea de las orjeas, no sin antes decirme: "Cuidadín, ¿vale?"

En este mes que me queda de entrenamiento (como veis  en la foto, ya empieza a oscurecer más pronto y a menguar la luz) sopitas y buen vino, que me quiten lo bailado. Ya he cumplido un objetivo, al menos hacer lo mismo que el año pasado. Ahora, me queda subir los Lagos (...por segunda vez este año) y la marcha del Grupo Ciclista a Covadonga para cerrar el año. Ahora puedo salir sin urgencias, sin reloj, sin cuenta kilómetros, sin sumar cada pedalada. 

Porque he disfrutado cada kilómetro como un jabalí suelto por la calle Uría. he recorrido Asturias de norte a sur,caleyas, autopistas, baches, agujeros, puentes, caminos vecinales. Sin salir de Asturias, es increible lo grande que puede llegar a ser, los recovecos y repechos que me he tragado. He ido a mi bola, en pareja comolaGuardiaCivil, en pequeño grupo, en gran grupo, en manifa. Con sol de justicia (¡caray con esta semanita!) o, como decían las brujas de Macbeth, "in thunder light and rain". A primera hora con el candil, antes del curro, despues del curro, con la comida en la boca, con el estomago vacío, con capas de ropa como una cebolla o con la mínima ropa establecidapor el decoro. Y salvo el inevitable RH - (rompehuevos negativo) me he reido, me he reido a carcajada batiente, a pecho descubierto, al frente con una cucharilla, he contado chistes, me han contado chistes, hemos dado voces. Y he tenido compañeros estupendos que, cuando han venido mal dadas, me han esperado y se han tragado mas de media hora debido a mi torpeza. 

Y en el capítulo de agradecimientos, vais todos conmigo, cuando me subo la cremallera del maillot cabeis todos en los bolsillos, los villaviciosinos, los filólogos, los (¡y las!) buenavistas, los olaris, mis fans con su presidenta vitalicia al frente (aunque,  Nuria, esto se me está escapando de las manos... va a haber que convocar elecciones. A la coreana, of course, y con permiso de la autoridad competente). Vosotros me dais fuerzas para arrancar cuando el sofá me tienta. Y eso que ahora soy influencer pedalógico, ya tengo 300 y pico seguidores en el blog, qué pensáis... Otra cita, Rubén Blades: "No se me pueden quejar/ que esto es bueno y muy barato". ¡Hasta escribo en La Nueva España sobre ciclismo! (Bueno... en la de Langreo, y gracias.

Así que a tomarselo con calma y a disfrutar cada pedalada hasta finales de octubre. Y no, no voy a cambiar la dieta. Y no, no voy a cambiar a Trek.

domingo, 9 de septiembre de 2018

¡¡7.000 KILOMETROS!!


 ¡Eh! Mil kilómetros más pa el llombu en menos de un mes, no está mal, ahora que se va acabando la temporada, oscurece más temprano, da pereza entrenar por la mañana (bueno... a veces...) y hay que volver a trabaj... bueno, como decía el clásico, "Me fui/  al puesto que tengo allí": Y aunque no han sido tope gama, cayeron Tarna, la cruz de Pión, el Güevu Fario, la Faya (pa los pijos, La Mozqueta) y hoy, el Fitu. Caray, pa estar orgulloso.

Gracias a todos vosotros, ahora que soy influencer y tengo follogüers, casi me pesa la responsabilidad. Pero vosotros me haceis subir, y no es broma. Un cachín de estos siete mil es de cada uno de vosotros. 



Y no os cuento más porque dentro de poco tendremos más sorpresas, y esperemos que buenas. Ahí os dejo con el video de hoy, que parezco Induráin (sobre todo, por la estatura...)

VUELTA CICLISTA A BIAFRA

(Dedicado a Kristina Vogel) (Y a Michael, foto)

Aqui teneis a uno que subió Les Praeres tres veces en diez días y no se da un pijo de importancia. Habla asturiano un poco raro, eso si...


Todos están contentos: alcaldes, concejales, hosteleros, aficionados, péritos (si, señora, la tilde está bien puesta) de caleya y los Siete Sabios de Grecia, comentaristas, analistas, especialistas, estilistas y nosecuantistas enterados más. Que si el colorido, que si las etapas, que si esto ye lo más duro que hay en el mundo, que si se compara con nosé quien… Dicho esto por gente que nunca se ha subido a una bici y luce atroces barrigas sidreras. Todo el mundo contento, menos los ciclistas. 

No reparan tan acertados críticos en que el firme de las carreteras ha sido asfaltado la semana antes, que la señalización para los ciclistas es poca o inexistente (nada, hombre… ponemos un guardia civil a hacer señales desaforadas con los brazos y ya está). Nadie cuenta los ciclistas que se caen, alguno, literalmente, al matu (¿qué pasaría en el Tour si uno solo de los favoritos desapareciera tragado por la vegetación?) ni que el desgaste físico de los ciclistas es insufrible. No, no vale decir que son superhombres o que están hechos de otra pasta. Eso pueden ser los diez, los veinte primeros. Pregunten los leguleyos, si se interesan por los ciclistas, del veinte hacia abajo, averigüen las consecuencias de llevar el cuerpo al límite tres días seguidos, analicen la sangre al acabar la etapa de cualquiera de ellos, sangre negra, sin oxígeno, sin plaquetas.  Los mismos opinadores que, sin saber la diferencia entre el plato grande o el pequeño, opinan que “la vuelta está muy aburrida. Ya verás cuando vengan a Asturias". Todo el mundo es docto en ciclismo; pero cuando estamos al volante… putos ciclistas.

                                                                  - Ciclismo S XXI
  
Y todo ello por salir un poco en la tele, lo que decía Andy Warhol de los cinco minutos de gloria. Lo que no sale en la TPA no existe. Da igual que sea una antigua pista minera donde había que apartar los llobos para ir a trabajar, da igual una pista de esquí, que un camín de cabres (¿alguien conocía el Angliru hace 25 años?) o senda de jabalíes. Y  si no es bastante duro el final de etapa en Los Lagos, pasamos un puerto exigente… dos veces. El ciclismo antes era ir de aquí a allí, el cicloturismo que practico con mis amigos es salir a divertirse (y si, a veces, solo a veces, te calientas un poco, a ver quien la tiene más larga. El Tour de Francia era rodear el hexágono galo, las primeras Vueltas aprovechaban los pasos de montaña ya existentes.  Por algo en Francia tienen nombres eternos como Tourmalet o Alpe D’Huez. Nosotros tenemos nombres como el Morredero…

                                      - Bueno, esti también habla inglés, pero ye más de allá.

Hoy no. Hoy, cuando para inscribirse en una marcha cicloturista hay que tener una buena chequera, se sientan los alcaldes de turno a ver quien mea más lejos. Yo tengo un veinticuatro por ciento, yo un veintiséis, yo tres tramos al gonsumadre por ciento, yo dos pasos al rediosqueloparió por ciento, yo tengo un observatorio astronómico al ochomilporciento… Y nada, asfaltamos quice días antes y ya está. Asfaltamos lo que podemos, hasta donde lleguen les perres, lo que nos deje el presupuesto. Y si los dos últimos kilómetros están sin asfaltar porque no hay perres, que más da. Seguridad, cero, vallas protectoras, inexistentes, hay que pagar para ponerlas, hay que pagar para quitarlas, que más da. Y si una banda armada de cajas de sidra se echa encima de los corredores, les escupe, le quita el paso para hacerse un selfie, bueno, eso ye ciclismo, hombre. Y el alcalde ya subió, faltaría más, ya hizo la foto arriba. Con una bici prestada eléctrica, de esos que tiene un motorín que no se ve, a ver si crees que el alcalde va a subir el tirapalante por ciento (sin haber subido tres puertos durísimos antes, claro).
Ah, y si un descerebrado provoca un accidente en la línea de meta derribando a los seis primeros, no pasa nada. En Francia ya estaría guillotinado. Aquí seguro que sigue con su credencial, a ver si en lugar de seis, mañana derriba a doce. 

                                                        - Bueno, esti ya ye más de aquí. 
 
Y los ciclistas, bueno, hombre, quien son esos, total son de otra raza. Pues no señor, son deportistas que, cuando están a una hora del líder, piensan en lo que les queda, sin coche de apoyo, casi sin público, piensan en la etapa de mañana, más dura todavía. Sueñan con descansar, con comer, con ropa seca, sin sudor, sueñan con litros de agua. Cuando llega se desploma, no hay oxigeno en las piernas, hay que ayudarlo a bajarse. Todo para que un mastuerzo armado de un cubalibre o una botella de sidra opine que “el ciclismo ya no ye lo que era”. Y si el ciclista rompe, como Kristina Vogel, tranquilos, que ponemos a otru. Y si sobreviven el daiparriba por ciento, el añu que bien ya buscaremos algo más duro.   

Menos mal que no todo está perdido. El viernes subí un puertaco (“solo” un Tercera) para ver pasar a los corredores. A mi lado, en la cuneta, había una niña como de catorce años. Con su fuerte acento extremeño, me contó que era la primera vez que veía a los corredores tan de cerca, y si era verdad que tiraban regalos a los espectadores. No, verás, esto no es exactamente así, entre todos le explicamos el procedimiento. Pero tras pasar los corredores viene caminando hacia nosotros uno de los asistentes con cuatro bidones en las manos. Con mi caradura habitual, le pedí, en siete u ocho idiomas, que le diese una botella a la niña. Y no le dio uno, sino dos.  La niña, con una sonrisa de hombro a hombro, abrió los ojos como dos monedas de veinte euros y le dijo un “gracias” que resonó como el Truenón de Gijón en todo el valle de Valdesoto. No todo está perdido en el ciclismo.