- Chaval, desde que soy influencer, es un no parar...
Estos días de calor no se pueden perder para el ciclismo, son una bendición, el cuerpo pide jota. Y como somos malos estudiantes y lo dejamos todo para setiembre (aunque según JaviyChema, "Tarna, contigo empezó todo") y hay que darse el arreón final y teníamos deberes sin hacer, hoy tocaba el parque de Somiedo, el inmarcesible (señora, que no se puede enmarcar) origen de los teitos, la tierra de las mil y un leyendas... Y de la Farrapona, un nombre que nada más mencionarlo inspira pavor. Pero como esta gente de Gijón están acostumbrados a estos aumentativos (La Escalerona... El Molinón... La Cerona...) y son más chulos que un ocho, decidimos utilizar la táctica conocida como "En peores garitas tenemos hecho guardia", con su variable "en peores plazas hemos toreado".
- Aquí todavía olíamos a Nenuco...
Así que después de diez mil whatsapp, seis horas diferentes para salir, y cambiar la salida veinte veces, hicimos un calentamiento despac... suave, lo cual en el GC Buenavista quiere decir 3 kilómetros de Albarida a Belmonte y 28 a La Malva. Menos mal que como Ireneo y yo hablamos sin parar quitándonos la palabra y sin dejar al otru meter peseta, se llevó bien.
- ("Redios, esti Carbajo habla mas que calla un muertu"
- "Redios, esti Ireneo habla más que calla un muertu")
Calentamiento, la carretera pica un poco, nada que no hayamos hecho, pero los dos kilómetros finales avisan un poco. Y cuando pasas el tunel, "Lasciate ogni speranza, voi ch'entrate" (Pa los de Bachillerato... que os lo explique Montse la de Latín. En asturiano, agarraivos. ) Once kilómetros que ya son cosa fina, nada del otro mundo, no es la Vuelta a Biafra (ver post anterior), pero ya te va poniendo madurín. Y llegando a Saliencia, el premio, siete kilómetros duros, aunque no tanto como esperábamos, buena carretera, fair play, un puerto que asusta pero que te deja subir, un puertacu políticamente correcto, sin grandes engatadas. Hasta el tiempo se portó bien, sol pero sin apretar, vegetación y sombra casi hasta el final. Así que subimos como un goteo ascendente (??¿), algunos con la ayuda de los defensas-escoba (Goyo, Javi, Michael).
-Por aquí subió esti pobre raposín.
Y la llegada fue como una liberación despues de una semana de estar acongojados (y aquí me ponen ustedes el sinónimo que quieran) de dimes y diretes, de aemets, de miedos. Así que no es extraño que aprovechando el buen tiempo, nos pasaramos un buen rato jugando como críos.
- Aquí ya olíamos a Ô de Cuché, para los que dejan huella en mitad de la caleya.
El descenso, 18 kms, a full. Y de La Malva abajo, otros 30, la sensación de que nunca llegábamos, este no es mi Belmonte, que me lo han cambiao. Pero al final llegamos por lo Civil o por el Juzgao, y claro, como no puede ser menos, una buena fartura.
- ¿Y cuando decía el enterau de Carbajo que él subía con una pierna amarrada?
- Calla, calla, que me meo...
Y el sábado que viene...