Me adjudican la parte de Lengua Extranjera en E.S.O. en mi centro. Se trata de una prueba establecida en la LOMCE similar a una EBAU )"selectividad") para Cuarto E.S.O. Se trata de hacer "un diagnóstico" de las capacidades de los estudiantes a fin de obtener conclusiones para mejorar el presente estado del sistema educativo.
Es mi papel, mi trabajo, se trata de aplicar una serie de pruebas ya determinadas, todo el material viene "de arriba" y yo solo tengo que ver que la prueba transcurre con normalidad. Nada que no haya hecho nunca, hora y media de mi jornada laboral. Nihil obstat.
Sin embargo, la prueba nunca ha sido bien aceptada por la Comunidad Escolar. Partidos políticos a izquierda y derecha y asociaciones de padres/ madres no ven con buenos ojos que se examine (así, con todas las letras) el nivel de los estudiantes tras cuatro años de enseñanza secundaria. Hay diversas excusas, que si va a clasificar a los estudiantes, que si les va a impedir su progresión... si queremos un pretexto , siempre lo vamos a encontrar. De hecho, en algunos centros las APMS lo han rechazado de plano. Primera reflexión, ¿a qué tienen miedo si nadie ha dicho claramente para qué se van a usar los resultados? Además, los padres no son informados de los resultados individuales de sus retoños.
Bien, vamos al aula. Los materiales (cuadernillos, instrucciones en páginas web brillantemente diseñadas) abultan carísimos. La administración se está gastando una pasta en llevar a cabo la prueba.
Sin embargo, en mi centro el diagnóstico se podría haber hecho sin que los estudiantes escribiesen una sola letra. En un centro pequeño como el IES "La Quintana" de Ciaño de Langreo se hace a ojo de buen cubero, simplemente entrando al aula diariamente. 19 jovencitos, de los cuales, para empezar, dos de ellos (tripitidores) ni siquiera se dignan asistir. De los restantes, la mitad han repetido algún curso en Secundaria. Ya vamos obteniendo un perfil.
La prueba de Inglés consta de tres partes. Dicho en román paladino: una audición, una redacción y un ejercicio de respuesta múltiple. La audición en inglés va con instrucciones en castellano. Una vez más, se han gastado una pasta, el audio tiene una calidad y una puesta en escena inmejorable. Algunos alumnos atacan la prueba con gana, otros, descolocados, contestan las preguntas de respuesta múltiple al tun-tun.
La redacción (expresión escrita, reading comprehension) es mortal de necesidad para la mitad de los examinandos. La otra mitad lo acomete con gallardia; pero aquellos alumnos que acumulan repeticiones miran el encabezado, deciden que no tienen ninguna posibilidad y, sin ningún rubor, dejan la hoja en blanco y cierran el cuadernillo. No han pasado ni tres minutos. Varios de ellos, sin cortarse ni un pelo, se ponen a dormir mas anchos que largos sobre los pupitres, que son las nueve de la mañana y han madrugado. Para el corrector, este humilde raposín, la cosa está fácil. Mas de la mitad de las redacciones, en blanco, se convierten en "ceros" automáticos.
El sueño amenaza con ser reparador. Cuando advierto que un alumno ha escrito "16/05/2019" en la fecha de nacimiento, intento despertar al discípulo de Morfeo. Cuesta despertarlo, ha entrado en faena. No importa que en la sala haya un inspector, un director, la jefa de estudios y un profesor, total cuatro examinadores. ¿Roncar? Bueno, no sería por falta de ganas. Por no hablar de chiclófagos que, como han estado haciendo todo el año, mueven las mandíbulas ... bueno, podíamos decir que rumian, pastan...
No sé si en vuestro trabajo habréis pasado alguna vez vergüenza ajena. Chicle, sueño, abulia, ejercicios en blanco, falta de expectativas... ¿Diagnóstico? Solo con analizar los resultados estadísticos de años anteriores en una clase donde la mitad de los alumnos acumulan al menos una repetición ya se puede hacer una radiografía de este grupo que nos podría haber ahorrado tiempo, dinero y bochorno. ¿Conclusiones? Si este es el presente estado del sistema escolar en Secundaria... Bueno, no me atrevo a terminar la frase. Doctores tiene la iglesia...