
A ver si soy capaz de expresame sin faltar al respetu a nadie, que ye lo mínimo que se puede hacer. Por otra parte, está claro que yo no tengo la verdá absoluta.
De un tiempu a esta parte, yo ando con la mosca detrás de la oreya ya que, a mi entender, el club está en una crisis de funcionamiento bastante acusada. Cierto, se hacen salidas todos los domingos... ¿y qué más? Casi nada: una cena anual, la carrera de infantiles... y pare usté de contar.
Por otra parte, el número de socios implicados en el funcionamiento del club disminuye, la gente se marcha a otros proyectos, el local está vacío e inoperante por semana...
Lo de la implicación ya vos lo expliqué el añu pasau: pensai en un platu de dos güevos con chorizu. La gallina participa, el cerdo se implica. Y que cada uno escoja el animal que más i apetezca. Pero pa hacer lo que estamos haciendo, ¿merez la pena llamase un club? Si hacemos lo de siempre, ya sabemos los resultados.
Es inevitable que en las marchas unos vayan más rápidos que otros; pero un club es algo más que hacer nosécuantos kilómetros, a ver quien la tien más larga. Fijaros en el CC Buenavista, de Gijón; en la última asamblea se criticó a los dos clubs de Nava; pues bien, unos organizan la subida a los Lagos y otros la ruta Esmeralda; como nosotros...
¿Culpables? Entre todos la mataron y ella sola se murió. Recordai que el presidente (que ye un gran trabayador) ya lo quería dejar ha dos años. ¿No hay gente de esa prexubilá que se moje?
Yo, de momento, no voy a pagar la cuota, no me siento representau por esti club; el añu pasau fice cuatro marches el club no me ayudó pa nada. Y siento que, como sigamos a esti ritmo, un día llegará el cierre definitivu y volveremos a llorar. Así que cada perru se lama su pijo.