Como dijo el abuelo Groucho: "Partiendo de la nada llegaremos a las más altas cimas de la miseria". También recogido por el general Custer: "De victoria en victoria hasta la derrota final"







miércoles, 21 de marzo de 2018

CUENTO DE LAS 1.001 NOCHES


En la antigua ciudad de Bagdag, en tiempos de los  Omeyas, vivía un rico comerciante que se había hecho rico trabajando en la Ruta de las Especias. Tenía todo lo que os podéis imaginar: Un hermoso palacio, caballos, telas... Su mayordomo era Abdul, un avispado criado que abordaba con eficacia los recados de su señor e iba todos los días al gran Zoco.

Una mañana, mientras discurría entre los tenderetes, Abdul intió un escalofrío en medio de la tórrida ciudad. Una sensación desagradable se clacaba en su nuca. Abdul se volvió y vió a un forastero vestido de negro, su cara embozada,  que le miraba fijamente. Abdul le habló: 

-¿Quién eres? ¿Porqué me miras así?

Y el forastero respondió: 

- Yo soy la Muerte...

Abdul echó a correr, tratando de escapar del forastero. Entró presto en la casa de su amo: 

- ¡Maestro, maestro! ¡Acabo de ver a la muerte en el mercado! !Si me das un caballo, llegaré a casa de mi hermano en Basora antes de que llegue la noche!


Y el comerciante accedió a los deseos de Abdul, al fin y al cabo era su criado favorito. Pero el mercader estaba enfadao. ¿Porqué iba a perder así a su mejor criado? Había que hacer algo, y rápido, así que decidió ir al encuentro de aquel extraño. 

Y efectivamente, el forastero seguía allí, envuelto en sus tétricas ropas.  El mercader se encaró con él.

- ¿Porqué asustaste así a mi criado Abdul?

-No lo asusté, sólo estaba sorprendido. 

- ¿Porqué estás tan sorprendido?

- Porque tengo una cita con él... esta noche... en Basora. 

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