(No, señora, Carlos y
Yoli son muy glamorosos, pero no son de esos detectives que salen en la tele y
lo saben todo. Forense= señor/a que tiene un Ford. Nada que ver con el Forosu,
que era un amigu de mi padre)
Bueno, pues ahí tenéis al neñu de Yoli y Carlos, un furgonetu
(perdón… Un pick up, o una pickap) de 1956 ganado en subasta por Internet con
los grandes sofocos de última hora (¿veis como había que saber inglés?) y
exportado legalmente desde los Yuesei con todos los permisos y todas las
bendiciones (Carlos, eso fue antes de Trump; ahora pagarías hasta por abrir el
ordenador). Furgoneta Ford, Henry Ford, hombre hecho a sí mismo, para Carlos y Yoli, que también se han hecho
a sí mismos.
- Desde Yoknapatawpha County, Mississippi...
Y Carlos ha hecho de todo con sus propias manos y en sus ratos
libres: motorelectricidadchapasuspensióntapacubospinturaventanillas (más
internet, mas papeleo). En todo este
proceso Carlos ha tenido la última palabra: Mira a ver, Yoli, lo que tu digas, Yoli, faltaría más, Yoli,
queteparezsi… La cosa comenzó hace cinco
años con una subasta en Ebay para encontrar una furgoneta FordF100 de 1956.
Tras ganar la subasta por cinco dólares, hay que llevar la furgo desde
Mississippi hasta el puerto de Nueva York y fletarlo hasta Vigo. Y como no,
mucho internet, mucha web, hasta que apareció un fletador… gallego. Y como
Carlos ye muy neciu, no paró hasta buscar el transporte más barato desde Vigo
hasta Santianes, Sariego country.
... hasta el puerto de Niuyork...
Y ahora había que abrir el paquete.
Hay una canción inglesa, “Toys, no ties”, que cuenta cómo un
niño espera su regalo de navidad porque siempre, hasta los once años, ha recibido juguetes; hasta que un año recibe
una corbata que le dice que ya ha entrado en el mundo adulto. Pues más o menos esa fue la cara que puso Carlos cuando abrió El
Paquete. Y Carlos no dijo nada en todo el día, que fue lo peor, porque eso hizo
que Yoli se fijara el doble. La segunda inspección al día siguiente solo
confirmó que la furgo no estaba mal, sino que estaba peor. Pero Carlos ye duru
de pelar…
... hasta Santianes, Ciudad sin Ley...
("Redios, ¿tu qué compraste aquí, chaval?")
“...cada vez encontraba más desperfectos y problemas que me
llevaron tres años en solucionar. Desmonté cada tornillo, no quedó nada en su sitio ni nada sin reparar,
chapa, mecánica....por cierto que después de creer haber pedido todos los
recambios ...aún me salieron tres contenedores compartidos para traer todo lo
que fue surgiendo y lo peor fue traer el techo y las lunas....” .Para aquellos que creáis que las cosas tienen que ser “YA”,
imaginaros tres años de trabajo, de cabreos, de dudas. Y Yoli, al ver lo que le esperaba a Carlos, solo tuvo dos
palabras mágicas: “Sigue, Carlos”, traducido al asturiano como “Venga,
chaval”. Go on, Charlie. Keep going...
Y la cochera, a tenor del burro la albarda,
que por supuesto hizo Carlos con sus propias manos, que ya quisieran tener un
salón así en el palacio de Buckingham. En el chamizu (Perdón. Con el lenguaje políticamente correcto, Estación de Almacenaje y Gestión de Proyectos) Carlos expone algunas de
las piezas originales (bueno, sí, algo hubo que cambiar en el motor) que
podrían estar ahora en cualquier museo.
... la cosa salió adelante.
Y ahora Carlos y Yoli son felices y comen perdices, y acuden
a kedadas con los Asturyankis los primeros domingos de cada mes, Galicia, León,
el infinito y más allá. Como será que ahora ya cuentan… en millas.
- Y aquí está.
Enhorabuena, chavales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario