(Esta va dedicada a los mis chaval@s de 2º BHCS, la mi Tutoría, que hoy tuvieron un recuerdu pa mi al ver que yo estaba de baja el primer día. Gracias, chav@s, you're great!!! )
Pues señor, esto yera un paisano que tenía muy, muy poca suerte, yera el paisano más desgraciau del mundo. Y estaba tan aburríu que un día cansó-se y decidió-se a dir a preguntai a Dios porqué tenía tan mala suerte. Así que marchó pa dir a buscar a dios.
Y metióse por un camín, y encontró un llobu que 'taba muy, muy flacu. Y pregunto-y el llobu:
- ¿Aonde vas, buen hombre?
Y dijo el paisano: "Voy dir a buscar a dios". Y dijo-y el llobu: "Home, si ves a dios pregunta-y porqué 'toy tan flacu". "Bueno, bueno": Y el paisano siguió andando.
Y metiose por un bosque y encontró un árbol que 'taba podre. Y dijo-y el arbol:
- ¿Aonde vas, buen hombre?
Y dijo-y el paisano: "Voy a buscar a Dios". Entós dijo el arbol: "Meca, si ves a Dios, pregunta-y porqué 'toy podre" "Si, home, si", dijo el paisano. Y siguió caminado, y llegó a una casa muy grande y muy afayaiza que tenía una verja, y una piscina, y una pila coches... y dentro de la casa había una moza muy guapa, muy guapa, pero que 'taba muy triste. Y dijo-y la muyer:
- ¿Aonde vas, buen hombre?
Y dijo-y el paisano: "Voy a buscar a Dios". Y dijo-y la muyer: "Meca, entos si ves a Dios, pregunta-y porqué 'toy tan triste". "Bueno, bueno..."
Y elpaisano siguió andando, andando, y allá un cachu encontró a dios, y dijo-y:
- Ah, dios, ¿cómo ye lo mio?, a ver, que ya toy hartu de tener tan mala suerte.
Y dijo dios:
- Espera a ver que vea lo tuyo, déjame mirar el ordenador... ¿qué número de PIN tienes? A ver... si, mira, meca, diz aquí que a partir de ahora vas a ser el hombre con más suerte del mundo. Sólo vas tener que seguir andando pa tener toda la suerte del mundo.
- ¡¡Meca, dios, vaya guay!! Oye, espera, antes de marchar tenía que hacete tres preguntes.
Y el hombre fizo-y les tres preguntes y luego echó a andar. Y llegó a la casa onde taba la muyer tan guapa. Y dijo-y la muyer: "¿Ya viste a dios"?
- Si, y díjome que 'tabes triste porque 'tas muy sola, y necesites un hombre que te haga compañía.
- Meca... entos... - la muyer empezó a ponese toda picarona- quédeste aquí conmigo en esta casina tan afayaiza...
- ¡No, nun puedo!- dijo el hombre- porque dijome dios que tenía que seguir andando.
Y dejó a la muyer allí plantá y siguió andando. Y llegó al arbol, y dijo-y el arbol:
- ¿Ya y preguntaste a dios porque 'toy podre?
- Si, y dijome dios que 'tas podre porque fai tiempu que unos bandios enterraron un cofre con monedes en les tus raices, y nun te vas poner bien hasta que alguien lu saque.
- Meca, mira que bien, ahí mismo hay una pala que tá olvidá: garres les monedes, marches con elles y a mi ponesme sanu.
- ¡No, nun puedo!- dijo el hombre- porque díjome dios que tenia que seguir andando.
Y dejó allí el arbol, la pala y les monedes y tiró p'alante. Y llegó aonde 'taba el llobu, y el llobu pregunto-y:
- ¿Preguntastei a dios porque toy tan flacu?
-¡Si, y díjome dios que vas seguir igual de flacu hasta que comas al hombre más fatu del mundo.
Y el llobu, que era muy obediente y muy espabilau... comió-lu.
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