Pues señor, ayer había que bendecir el Ramu, ver a los ahijaos, comer
con la familia... con lo cual se eligió una ruta corta: a
Salinas-Piedras Blancas, pa estar en casa a las doce para vestirse de
bonito ("El que no estrena en Ramos..."). Así que salimos por Veriña
(¡Joder qué asfalto!) y, como los colegas estaban de cháchara, yo
aproveché para puntuar en el premio de la combatividad y en la montaña
(alto de Tabazet, séptima categoría). El día no tvo mucha historia: foto
en Salinas (como el Presi está, digamos, voluminoso, casi nos tapa a
todos), vuelta por Piedras y cafetín mañanero. El problema fue que
después del café había que llegar pronto a Gijón, así que algunos
aceleraron como en el final de la Paris Roubaix (mucha caleya, pero ye
que no vieron el cruce de Veriña), así que vinimos con la lengua fuera. Y
pa casina, a compartir el ramu con el gatu.
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