LA FUMAREA Y EL CURVIELLU (gonsumadre...)

 La Calurosa V, clavando una pica en Flandes. 

12/04/17, 52 km, 3h:30 (aprox).  Acabóseme la batería del Polar, por listu, por no la haber cargao ayer…

8:30 h, que fresquin por la mañana, ¿podremos una chaqueta?.  Ya veréis lo que tarda en sobrar todo.

Bueno, hoy, con las vacaciones, había gana de entamala.  Así que madrugué… lo justo, y tras calentar en el Infanzón (aquí es donde se hace el verdadero entrenamiento los días de invierno) volví al valle de Candanal, un lugar que ahora en primavera es una maravilla, pero que  en invierno debe ser pavoroso. Como no me acordaba muy bien, pregunté a un señórín del pueblu:

-Si, home, sí… ¿Ves allí al fondo?

Y es que la orografía no engaña: para salir del valle soltaron al burro del ingeniero (no, no era que el ingeniero estuviera como un burro, sino que tenía un burro, y el animal, muy listu, pa salir del valle buscó la mejor forma…  aparentemente. Es un puerto que se parece un tanto a la Colladona: unas rampas fuertes  al principio, descanso (aquí en Argañosu; en Tolivia, La Bargana) y al final unas rampas como para maldecir en arameo, aunque menos largo que la Colli.

La salida de Argañosu es muy amable para con el ciclista, qué bien, casi llano, aflojo un par de piñones, incluso bajas un trecho, oye, está bien esto del ciclismo, que fácil, que guapo, paz, amor, buen rollito… Y de repente un par de kilómetros (¿al 10 o al 11 %) a la primera ostia.

Y sudar, el sudor, la sudadera. Ya no me acordaba de sudar en la bici desde antes del accidente, esa gota que te baja del cascu a la barbilla y te cae en el manillar… Pero bueno, nada que no hubiéramos padecido antes.  De postre,  el Curviellu, con su vista privilegiada sobre Gijón. Y pa casita, que ya toca.

Y mañana pa Oporto con el GC Buenavista, prometo crónica. 

El altar de Candanal, mirando al oeste, como dios manda (¡of course!)