Como dijo el abuelo Groucho: "Partiendo de la nada llegaremos a las más altas cimas de la miseria". También recogido por el general Custer: "De victoria en victoria hasta la derrota final"







lunes, 21 de mayo de 2018

4.000 KILOMETROS

 Pues si, esta tarde, cautivo y desarmado el ejerc... uy, perdón, esta tarde, solecito, manga corta, paseo hasta Rioseco, 50 kilometrinos suaves, a ritmo de prejubilado (mentira, a veces metí plato grande); y cuando me di cuenta (no, no lo tenía preparado...) llegué a los 4.000 kilometros redondos.

Hay quien dirá que es poco, que no es nada, que cuando yo... pero son MIS 4.000 kilómetros, uno a uno, nadie me ha regalado nada. Días gloriosos (los Lagos de Covadonga, 110 kms el sábado pasado, Les Bories...) y días de perros (bueno, el sábado estaba un poco... pajarón, qué pasa), días en que la rodilla pide hacer un Puigdemont e independizarse, días en que no apetece salir (hoy costó un huevo y la yema del otro). Afortunadamente va entrando la primavera, los días son larguísimos, los amaneceres son eternos, entra el calor poco a poco (ay... qué poco... ay, qué frío solo el finde anterior), la ropa de invierno va quedando en un rincón, la tarde invita a hacer machadas. Como dice el ilustre don José M. Aller i Ovies, de Tuilla, en tardes así, "Asturias, ¡¡que golfa yes!!)

No miro para atrás, eso de  "cualquier tiempo pasado" fue una mentira que nos contaron en el bachillerato, una de tantas. Miro al futuro, a lo que me espera, a la cifra con la que espero acabar el año, más que los 7.300 del año pasado (con el permiso de la Consejería). Para mi, llegar hasta hoy con más de 900 kms al mes es una salvajada, una quimera realizada. A veces me siento como esos dibujos animados en los que el personaje se rompe en mil pedazos, por eso mi superheroe es el Coyote. Y no, Fernandón, no me creo lo que decía el video ese que me mandaste en que  un ciclista dice: "Pienso que cuando salgo puede ser el último día de mi vida". ¿Para qué sale este tío entonces? Salgo para vacilar, para cacarear, para presumir de mis machadas como si hubiera ganado nl el Zoncolan, salgo para escribir este blog. Y sobre todo, cuando llego, pienso que lo he pasado de maravilla y que mañana solo puedo pasarlo mejor. 

Ha habido momentos duros, nuestros familiares se resienten, los abueletes y las mamas que tenemos en casa tienen achaques, hemos perdido entrenamientos, pero lo primero es lo primero, en eso estaremos de acuerdo. 

Agradecimientos, a los lectores de este blog (¡He llegado a tener más de 90 lectores! A mi edad, influencer.) Al inmejorable Igor, con el que metí 250 kms y los Lagos en tres días (Y la Fumareda, y la Cruz de Pión...), a Michael, sólido como una roca, siempre ahí. Y gracias a mis cuates del GC Buenavista, una mezcla entre el ejército de Pancho Villa y el "Grupo Salvaje" de Peckimpah (si, a veces el GC recuerda la cabalgada de "Los Siete Samuráis"). Para que salgo, bien, a veces hemos discutido, me he quitado del grupo de whatsapp y he vuelto y me he vuelto a quitar, y algunas veces nos hemos frotado los cuernos. Pero me he reído, me he reído a toneladas, al principio de las marchas, en el medio, en el final, con Alfredo, con Jesusón, con los Hermanos Custodios San Javi y San Chema, con Conchi y con José María (que conduce el camión con una mano y hace fotos con la otra). Y Andrea, no hay excusa, el domingo vas a ser la primera argentina que termina la Gijón-Gijón. Ya sé que no estás entrenado mucho por lo de tu madre, pero yo me encargaré de que acabes o por lo civil o por lo criminal. O por el juzgado. O, ya puestos, por lo militar.

Y salgo a entrenar para que mi madre y Marina puedan decirme, según cierro la puerta,  "Cuidadín, ¿vale?"

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