"Cuentan de un pobre que un día/ tan desesperado estaba/ que sólo se alimentaba/ de aquello que recogía. /"¿Habrá otro- entre sí decía- más infeliz que yo?"/ Y cuando el rostro volvió/ halló la respuesta viendo/ que otro iba recogiendo/ de lo que aquél arrojó".
Viene esto a que hoy salimos cuatro: Oliver y Mundo, Jorge López y yo. Y Andrés, que ahora me entero de que no ye del club. Así nos va, que me lo pongan todo debajo de la barba y paso de todo, así nos va en esti club.
Bueno, resulta que Oli y Mundo teníen que estar a las dos en Gijón ya duchaos y metieron una marcheta de 28 km de media, casi nada. Así que Jorge y yo mirámonos y decidimos hacer como aquel que fue al dentista, y cuando ya estaba espatarrau en el sillón cogiolu por los güevos y dijoy: "No nos haremos dañu, ¿verdad?". Así que Jorge y yo subimos Gargantada pali-pali. Al llegar a Carbayín estuvimos a punto de tiranos a Valdesoto, pero el libru gordu de Tonete decia que por Lamuño. Y ya en el puertacu que hay pa sair de Carbayín ya se me quedó Jorge, y tuve que esperalu y hacer de lazarillo, ¡yo, que me espera too el mundo! Ahora sé lo que sentís cuando tenéis que esperame.
Bueno, salimos a La Secada y Jorge se me quedaba (eso sí, no se quejó ni una sola vez), así que tiré de él hasta Nava. Y una vez aquí, engañelu pa venir por Bimenes. Otru puertacu pa salir de Nava, otra vez a esperar.
Por cierto, vaya guapa que está esa carretera hasta san Julián, ¡hasta con carril bici!. Menos mal que alguien hizo algo bien. A ver si salimos de esta puta crisis y empezamos a hacer les coses bien, que somos un gran país, qué coño.
En saliendo de Martinporra Jorge fizo la pregunta fatídica: ¿"Falta mucho por aquí? ¿Ye muy duro? Ye que yo por aquí nunca vine". La respuesta fue igualmente mortífera: "Nada, un poquitín, menos de lo que ya subimos..." Bueno, prubín Jorge, sólo me hizo la goma (versión culebra) los cuatro kilómetros largos que tien la Faya. Pero subió como un campeón y sólo me preguntó catorce veces lo de "¿Falta mucho?". No, en serio, sólo una y casi al final. Ya solo quedaba la bajada de la Faya (ahí vengose miserablemente de mí) y pa casina, que mañana toca el Mihura.
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