Pues señor, esto yera un paisano que tenía muy, muy poca suerte, yera el paisano más desgraciau del mundo. Y estaba tan aburríu que un día cansose y decidiose a ir a preguntai a Dios porqué tenía tan mala suerte. Así que marchó pa dir a buscar a Dios.
Y metióse por un camín, y encontró un llobu que taba muy, muy flacu. Y preguntoi el llobu:
- Aonde vas, buen hombre?
Y dijo el paisano: "Voy dir a buscar a Dios". Y dijoi el llobu: "Home, si ves a Dios preguntai porqué toy tan flacu". "Bueno, bueno": Y el paisano siguió andando.
Y metiose por un bosque y encontró un árbol que taba podre. Y dijoi el arbol:
- Aonde vas, buen hombre?
Y dijoi el paisano: "Voy a buscar a Dios". Entós dijo el arbol: "Meca, si ves a Dios, preguntai porqué toy podre" "Si, home, si", dijo el paisano. Y siguió caminado, y llegó a una casa que tenía una verja, y una piscina, y una pila coches... y dentro de la casa había una muyer muy guapa, muy guapa, pero que taba muy triste. Y dijoi la muyer:
- Aonde vas, buen hombre?
Y dijoi el paisano: "Voy a buscar a Dios". Y dijoi la muyer: "Meca, entos si ves a Dios, preguntai porqué toy tan triste".
Y elpaisano siguió andando, andando, y encontró a Dios, y dijoi:
- Ah, Dios, ¿cómo ye lo mio?, que ya toy hartu de tener tan mala suerte.
Y dijo Dios:
- espera a ver que vea lo tuyo, déjame mirar el ordenador... ¿qué número de PIN tienes? A ver... si, mira, meca, diz aquí que a partir de ahora vas a ser el hombre con más suerte del mundo. Sólo vas tener que seguir andando pa tener toda la suerte del mundo.
- ¡¡Meca, Dios, vaya guay!! Oye, espera, antes de marchar tenía que hacete tres preguntes.
Y el hombre fizoy les tres preguntes y echó a andar. Y llegó a la casa onde taba la muyer tan guapa. Y dijoi la muyer: "¿Ya viste a Dios"?
- Si, y díjome que tabes triste porque tas muy sola, y necesites un hombre que te haga compañía.
- Meca... entos... - la muyer empezó a quitar la ropa- quédate aquí conmigo en esta casina tan afayaiza...
- ¡No, nun puedo!- dijo el hombre- porque dijome Dios que tenía que seguir andando.
Y dejó a la muyer allí plantá y siguió andando. Y llegó al arbol, y dijoi el arbol:
- ¿Ya i preguntaste a Dios porque toy podre?
- Si, y dijome Dios que tas podre porque fai tiempu que unos bandios enterraron un cofre con monedes en les tus raices, y non te vas poner bien hasta que alguien lu saque.
- Meca, mira que bien, ahí mismo hay una pala que tá olvidá: garres les monedes, marches con elles y a mi ponesme buenu.
- ¡No, nun puedo!- dijo el hombre- porque díjome Dios que tenia que seguir andando.
Y dejó allí el arbol, la pala y les monedes y tiró p'alante. Y llegó aonde taba el llobu, y el llobu preguntoi:
- ¿Preguntastei a Dios porque toy tan flacu?
-¡Si, y díjome Dios que vas seguir igual de flacu hasta que comas al hombre más fatu del mundo.
Y el llobu, que era muy espabilau... comió-lu.
Y metióse por un camín, y encontró un llobu que taba muy, muy flacu. Y preguntoi el llobu:
- Aonde vas, buen hombre?
Y dijo el paisano: "Voy dir a buscar a Dios". Y dijoi el llobu: "Home, si ves a Dios preguntai porqué toy tan flacu". "Bueno, bueno": Y el paisano siguió andando.
Y metiose por un bosque y encontró un árbol que taba podre. Y dijoi el arbol:
- Aonde vas, buen hombre?
Y dijoi el paisano: "Voy a buscar a Dios". Entós dijo el arbol: "Meca, si ves a Dios, preguntai porqué toy podre" "Si, home, si", dijo el paisano. Y siguió caminado, y llegó a una casa que tenía una verja, y una piscina, y una pila coches... y dentro de la casa había una muyer muy guapa, muy guapa, pero que taba muy triste. Y dijoi la muyer:
- Aonde vas, buen hombre?
Y dijoi el paisano: "Voy a buscar a Dios". Y dijoi la muyer: "Meca, entos si ves a Dios, preguntai porqué toy tan triste".
Y elpaisano siguió andando, andando, y encontró a Dios, y dijoi:
- Ah, Dios, ¿cómo ye lo mio?, que ya toy hartu de tener tan mala suerte.
Y dijo Dios:
- espera a ver que vea lo tuyo, déjame mirar el ordenador... ¿qué número de PIN tienes? A ver... si, mira, meca, diz aquí que a partir de ahora vas a ser el hombre con más suerte del mundo. Sólo vas tener que seguir andando pa tener toda la suerte del mundo.
- ¡¡Meca, Dios, vaya guay!! Oye, espera, antes de marchar tenía que hacete tres preguntes.
Y el hombre fizoy les tres preguntes y echó a andar. Y llegó a la casa onde taba la muyer tan guapa. Y dijoi la muyer: "¿Ya viste a Dios"?
- Si, y díjome que tabes triste porque tas muy sola, y necesites un hombre que te haga compañía.
- Meca... entos... - la muyer empezó a quitar la ropa- quédate aquí conmigo en esta casina tan afayaiza...
- ¡No, nun puedo!- dijo el hombre- porque dijome Dios que tenía que seguir andando.
Y dejó a la muyer allí plantá y siguió andando. Y llegó al arbol, y dijoi el arbol:
- ¿Ya i preguntaste a Dios porque toy podre?
- Si, y dijome Dios que tas podre porque fai tiempu que unos bandios enterraron un cofre con monedes en les tus raices, y non te vas poner bien hasta que alguien lu saque.
- Meca, mira que bien, ahí mismo hay una pala que tá olvidá: garres les monedes, marches con elles y a mi ponesme buenu.
- ¡No, nun puedo!- dijo el hombre- porque díjome Dios que tenia que seguir andando.
Y dejó allí el arbol, la pala y les monedes y tiró p'alante. Y llegó aonde taba el llobu, y el llobu preguntoi:
- ¿Preguntastei a Dios porque toy tan flacu?
-¡Si, y díjome Dios que vas seguir igual de flacu hasta que comas al hombre más fatu del mundo.
Y el llobu, que era muy espabilau... comió-lu.
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