PUERTO DE LA CUBILLA

- Cagonlespites...

100 kms, 5º26', 17,5 kms/h, 136 ppm, max 158 ppm, 2.839 kcal, 1.500 mts de subida.

Siete de la mañana, ordenador, mira el AEMET, da agua... Si Luca llama, pa la cama otra vez...

Pero no, no llamó, así que cuando nos dimos cuenta, estábamos en el aparcamiento de la Universidad en Mieres. Había un compromiso que cumplir, audaces fortuna iuvat (palos de ciencias: la suerte ayuda a los gilipollas atrevidos) y todo eso... Así que después de calentar por Pola de Lena y Campomanes... pa arriba!!

Había ganas de subir la Cubilla desde hace... mil años, cuando iba al Meicín con la OJE (Si quereis saber lo que ye frío, puedo contaros un par de historias en este refugio) o a hacer raquetas, o cuando había subido Ubiña a pie. Miedo en bici, respeto, desafío con los Buenavistas (si, ya sé que mucha gente lo hace desde Gijón)... Todo eso a las nueve de la mañana.  Y solo el cuate Agustín (Luca) respondió al whatsapp, no podrás estar quietu con el teléfono...

Los primeros kilómetros son fáciles, casi llanos, ya podía ser todo así... Pero, ay amigo, en Los Pontones ya te viene la primera ostia. Y no, no llovió, pero de Tuiza de Abajo hacia arriba (oximorón) entra la niebla, les vaquines buscan refugio en la orilla (y aprovechan para dejarte la bici hecha una mierda; pero mierda física) y no se ve ni para cantar. Mira que es guapo puerto donde los haya, pero ya teníamos bastante con encontar la raya blanca. Y el firme, porqué lo llaman firme si es quebrado como los dientes de un tiburón (financiero, of course). El cartel del puertu, literal, no lo vimos hasta que faltaban 20 metros. Y ahí sale todo, y te acuerdas de todos los que faltan. 

 

- Todavia queda otro tanto...

La Cubilla, ahora que ya se acabó, no es lo más duro que tengo hecho,  incluso pensé que iba a sufrir más. No tiene las rampas de la Cobertoria, o Cotobello. El portatil de Luca (o eso parecía) hablaba de un 10%, 11%, y en peores garitas tengo yo hecho guardia. Es lo más parecido a Los Dolomitas que tenemos por aquí. El descenso, sin ser mortal, se hace despac... (¡No! ¡No lo voy a decir!) con mucha precaución, empapados de la niebla, frenando cada poco, imaginaros como estaba el firm... bueno, eso.

 

Y aquí os dejo estas fotos, pero no veais todo lo que lleva detrás, miedo, orgullo, trabajo, amistad, entrenamiento, vanidad (¿porqué no decirlo?) y ganas de mandar los malos momentos a la mierda de las vacas (Por cierto, ¿sabéis que estas vacas del puerto llevan pistola y hablan tres idiomas?) Y un saludo para Luca, que podía haber hecho mucho mejor tiempo pero me aguantó como un campeón. Solo un problema: Agustín habla casi tanto o más que yo.

Y por último, para celebrarlo, mirad que música llevaba en el coche para motivarme: 

"¿Por qué te preocupas? Qué trajiste al nacer? Nada. ¿Qué te vas a llevar? Nada. ¿Qué tienes que perder? Nada"