Como dijo el abuelo Groucho: "Partiendo de la nada llegaremos a las más altas cimas de la miseria". También recogido por el general Custer: "De victoria en victoria hasta la derrota final"







viernes, 25 de agosto de 2017

TARNA REVISITED

viernes, 2 de septiembre de 2011

(Una de mis crónicas favoritas... de hace seis años... que acabo de recuperar gracias a la tecnología. Eso si, todo en asturiano!!)

Return to Tarna (Torno a Tarna): el perru prejubilau 

 
 "Voy subir con esi gilipollas hasta el parador a ver si me paga una cacipla" 

 Lo del perru prejubilau ye parecio a lo de esti paisano, pero ocho kilómetros y subiendo 


 "-¿A onde irá esi bartolo de la especialized roja?"

 Nada del otru mundo, pero hay que dái.

6h 33m, 121 km, max 163 avg 136, 3230 kca

Bueno, como soy muy neciu tocaba la vendetta, la otra vez no subí a pesar de too lo que Arturo tiró de mí. Hoy tenía casi todo a favor: empecé a trabayar ayer y hoy tenía libre, así que tocaba madrugar: a les ocho y media paecía que tovía estaben les calles sin poner. Además, sin el grupo, solu, a pelu, pa no molestar a nadie e ir a mi bola. Bueno, los números no son pa asustar, ya sabéis que a mi bola rindo mejor. Al principio estaba fresquito, pero poco a poco fue animándose el día, quizá pa compensar el mal tiempu de agosto. Pali pali vamos subiendo, no está claro que pueda acabar la etapa... de repente, en Cueva Devoyu salióme un raposu (¿¡o sería un coyote entreguín transformau?!), más chulo que un ocho, fue cien metros casi al mi lao pe-la carretera, tranquilu; en casu de ataque, seguro que sería él el que me mordiese a mi. Pero amigu, el raposu pa mi ye el animal totémicu, el mi favoritu, casi una señal de los dioses; ye como esos paisanos del Tibet que te dicen si vas a subir o no al Everest (Y, de pasu, sáquente unes cuantes perres). Así que el mensaje del raposu sagrau estaba claru: p'arriba.

Del Campu en adelante la carretera desapaez, ye como si estuviese abducía, lo que hay ye un bache contínuo; y la carretera pica p'arriba, facilidades ninguna. No vos digo nada del cruce de Pendones p'alante, esi cachu tan malu hasta el puertu en que empieces a ver los postes pa la nieve y se te ponen les oreyes p'arriba. Y de repente ahí está, desafiante, retadora, como un fielatu: la Canaleya. Apenas un kilómetro, nada imposible; pero tal como está el firme ye un supliciu. bueno, se pasa buscando ya el pueblu (un avisu: los que no hayáis dio a Vega Pociellu no sabéis lo que os perdéis), y del pueblu p'arriba ya sabéis, ocho kilometrinos, eso sí, de una belleza inenarrable, como si toda le belleza del Cantu'l Osu fuera toda pa tí, especialmente cuando apenas pasen coches y estás tú solu.

¿¡Solu!? ¡De eso nada! Paso el pueblu, y de repente oigo un gruñiu y miro pa la zapatiella... y veo allí un perru de esos de cuarenta (bueno, treinta) kilos, una cabeza como un paisano y una boca como una hormigonera. El perru debía tar prejubilau: joven, fuerte, con ganes de comedia ("Voy subir con esti gilipollas de la bici, a ver qué fae"), ociosu hasta la hora de comer, y, como la mayoría de los prejubilaos, con la cola grande pero en baxu. Y el perru empieza a subir conmigo: yo asfisiau, el perru al trantán, no era capaz de deshaceme de él; hasta unos madrileños me protestaron porque pensaben que llevaba el perru atau a la bici tirando de mí. Y yo subiendo y el perru tranquilu, así hasta el parador. Y como tovía no era la hora de comer, dexé al perru en el parador tomando una pinta (invité yo) y eché p'abaxu. La verdá ye que el perru quedó arriba despistau, porque imaginavos lo que ye baxar con un perru atravesau too el camín.

El camín de vuelta ye una pasada: venga y venga p'abaxu. Hasta me permití parar en Sotu a beber y comer (¡Si! ¡Llevaba bidón y chocolatines!) y, aunque al final pesaben los kilómetros, la mayoría de la bajada hacesla sin dar una pedalada.

Al final encontré a Carmen Cancio, la de la tienda de la decoración de Sama, compañera de spinning, una gran aficionada al deporte, p'ol paseo marítimo (saludos, Xuanin) y baxamos charrando relajaos. Ye una pena que no haya más muyeres así de echaes p'alante.

En fin, lo de hoy, pa mí, fue una machada: la etapa más larga esti añu (La de San Isidro fue igual, pero llevaba compañía). Así que quiero dedicavos-la a toos vosotros, a Xamín y Milio "los infartaos", al presi, a los mis entrenaores Xuanín y Veli, a los mis hermanos, y a toos los cabrones que me machacáis día sí y día también y me ayudasteis a llegar hasta arriba. Nun váis poder conmigo, cabrones. Salut y força al canut.

1 comentario:

  1. Manolo en dos palabres como dijo el Jesulín : Im presionante.
    Reime leyendote e imaginabate contandoy al "probe" perro tus cuitas, chistes y anécdotes como haces cuando vamos disfrutando/sufriendo con la bici.
    Acuérdate que tenemos alguna pendiente.
    Yes el mejor.

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