Esta es una de mis historias favoritas, ya la escribí en el blog en 2011. Dedicado a mi amiga Fernanda Campa, por todes les histories que pasamos por allá, que daríen pa llenar tres blogs...
Pues señor, había un cubanu que yera muy buenu, muy buenu, y taba tool día
yendo a misa, y venga a rezar. Y el cubanu murió y Dios subiolu p’al cielo, y
allí venga a rezar, y day, y por la mañana coro, y misa, y al mediodía misa, y
por la noche rosario…
Y un día el cubanu cansose y fue a ver a Dios:
- Oye, Dioh, yo te voy a desil, yo etoy mu a gusto acá y muy contento, pero…
to’l día que si resa p’acá resa p’allá… y yo te digo, ¿no hay algo máh?
Dios quedó así un poco sorprendiu, pero dijoi:
- Bueno, mira… Precisamente tenemos un conveniu aquí con el infierno que acabamos de firmar…
una especie de beca, como un viaje de estudios…
Y el cubano estiró la oreya y dijo: “¿Y cómo eh que es eso?
- Bueno, es una especie de todo completo, un viaje de siete días y a los siete
días vuelves p’acá…
- Eso no mah e’ lo que yo quiero…
- Bueno, entos vienes mañana y firmes los papeles.
Y al día siguiente fue p’allá, y despidiose de dios- “Pero yo dentro una semana
no máh voy a volver”- y bajó p’al infiernu…
Y encontrose con unes luces de neón, y un láser como el del Model’s, y música
por toes les esquines. Y recibiolu el diablu:
- Oye, que yo soy…
- Si, si, tu yes el cubanu… bueno, hombre… a ver, abre esa puerta- y abrió una
puerta y había comida fría, y caliento, carne, pescao, postres…- Bueno, pués
comer lo que quieras cuando quieras. Pero tovía no terminamos. A ver, abre esa
otra puerta- y abrió y había allí bebida fría, caliente, vinos, champán,
mojitos, cubalibre… el cubanu alucinaba. Pero dijoy el demonio- Tranquilu, que
todavía hay más. Abre esa otra puerta- Y el cubano abrió, y había una pila de
muyeres cojonudes en lencería fina. El cubanu aullaba…
Y pasó una semana, y el cubanu ya os podéis imaginar. Y cuando pasó el tiempu
el cubanu volvió p’al cielo, pero ya no taba tranquilu, ya subía pa allá ranciendo… y
cuando llegó a Dios, dijo:
- Oye, Dioh, ya tu sabeh… Yo ehtoy muy a gusto acá, pero tanto rezar, tanto
rezar… Como que yo quiero bajar p'allá otra vez…
- Bueno- respondió Dios- Bajar puedes bajar, pero… si bajes, esta vez ya ye definitivo.
- Oye, si, mi Diosito, tu sabeh que yo te apresio, pero tu ya ves…
- Bueno, bueno, vienes mañana y ya firmes los papeles pero acuérdate que esta
vez ya non tien arreglu.
Y al día siguiente el cubanu firmó el libramientu y bajó p’al infiernu.
Y cuando llegó allá taba too oscuro, no había luces, no se veía nada… Y abrió
una puerta, y taba esperándolu el demonio con una estaca, y ¡ras! Un focicazu
en toos los dientes. Y garrolu por el pelo y venga, pa la caldera, y el diablu
venga a soplar… y cuando taba cociendo a fuegu lento dijo el cubanu:
- Oye chico, ¿Pero qué eh lo que pasa acá?
Ydijo el demoniu:
- ¡Ay, amigo!... Ahora que ya nos votasteis…
PROPINA = HISTORIA VERÍDICA: Cuando fuimos allá nos llevaron al Tropicana a ver el show, un guía que se llamaba... ¿Como se llamaba, Fernanda? ¿Eduardo...? El show era muy bonito, pero estaba dirigido a los turistas, muy medido, totalmente milimetrado hasta el más mínimo detalle. Así que cuando acabó el "chou" nos invitaron a todos los turistas a volver al hotel; pero hacía una noche tan maravillosa, lo estábamos pasando tan bién, que Fernanda y yo decidimos quedarnos y... que saliera el sol por Antequera. Y allí nos quedamos los dos a eso de las diez y media de la noche, los únicos turistas entre... cuatrocientos, quinientos cubanos, que bailaban, como podéis imaginar, de maravilla; y a la pista de baile que nos fuimos Fernanda y yo. Ahora, como Fernanda baila muy bien, yo me cogi a sus caderas imperiales y salí por peteneras. Repito, cuatrocientos cubanos, Fernanda... y yo, dando-y a la patuca.
Como sería que, cuando volvimos a la mesa, vino uno de los camareros y me dijo con gran ceremonia:
- Compay, vengo a felicital-le, porque hase tiempo que no vemoh uno que baile... tan mal como usted.
VERIDICO.