Como dijo el abuelo Groucho: "Partiendo de la nada llegaremos a las más altas cimas de la miseria". También recogido por el general Custer: "De victoria en victoria hasta la derrota final"







martes, 26 de febrero de 2019

XORRECIENDO

Creciendo, luchando, peleando, dando guerra. Taos rozando. Entre ponte bien y tate quietu, diluvios, argayos, trabayos, el cuello, la cerveza barriguera y demás alifafes, ya llevo mil kilometrinos. Imposible no salir hoy con esti día, de corto, la primera sudada del añu, sobra hasta el tanga de leopardo. Con fuerza, con garra, con gana, con esti calorín que invita a todo. Como dice el ilustre Jose Ovies en estos días, "Asturias... qué golfa yes". Así que despuès de decir misa en el insti arranqué como coyote que hubiera visto al correcaminos. 45 kilómetros, dos horas y pico, peleando con el nuevo pulsómetro que se empeña en no obedecerme (o eso, o es que soy analfabeto funcional). Sin tráfico, que a estas horas está todo el mundo comiendo (alguna ya come en el jardín...yo, ahí lo dejo), la carretera solita para mí. 






Y premio, la entrada a El Condao por la carretera antigua, esa recta de casi un kilómetro, es impecable, impagable, ni una nube, veinte grados. Ni un coche, hasta Comillera abuso de los dos carriles. Y la torre del Condao solo para mí y para aquellos que queráis hacer la ruta de las torres del Nalón: En Olloniego, en Ciañu (dos: la de Arriba y la del Insti), el castilo de Blimea, la torre junto al Barrillón (donde algún pescador furtivo pagó con su vida su afición a meter cables al río. Pero esa es otra película...), la de Rioseco, los restos de la de Casu... Y así hasta desembocar en Tarna, supongo que sería la Guardia Civil de la época. 



Tarde redonda. Ahora a hacer las labores propias del sexo de mi señora, es decir, a acompañarla al dentista y a posteriores disposiciones tácticas (= los recaos, que por supuesto siempre hago mal).