Como dijo el abuelo Groucho: "Partiendo de la nada llegaremos a las más altas cimas de la miseria". También recogido por el general Custer: "De victoria en victoria hasta la derrota final"







miércoles, 18 de julio de 2018

5.000 KILOMETROS






... polvo, sudor y hierro-, el Cid cabalga./ Cerrado está el mesón a piedra y lodo... (ahora resulta que don Antonio Machado practicaba el ciclismo en Asturias)




Bueno, ya llevamos 5.000 kilometros esta temporada encima de la Calurosa V. Y costó, trabajo costó. Estos 1.000 últimos kilómetros fueron feos, desagradecidos, poco lucidos, duros de conseguir: Tiempo atmosférico (otro día hablaremos del cambio climático, señores Aznar y Rajoy), argayos (ay, el mi Parque Fluvial de Gijón, que está hecho un Nazareno; ay, el argayón de Casu), tiempo real, tempus fugit, oposiciones... Mil kilómetros robados al reloj, a la lluvia y al granizo. Barro, mucho barro, la Calurosa V y su hermana la Calurosa VI se ensuciaron como críos jugando en los charcos, pesaban el doble cargadas de barro. Por no hablar de la ropa, que a veces llegaba a casa con tierra hasta en los bolsillos. Y los bolsillos van a la espalda. Pocas o nulas subidas, apenas la cuesta de Tanes (bueno, si, solo un kilómetro... pero vaya risa floja), sin pasar de 80 kilómetros desde hace 32 días. 



Y tiempo robado al tribunal de oposiciones,  cuatro semanas sentado ocho horas al día, que llegaba a casa hecho un pergamino, atrofiado. Y no es broma, hubo días que no pude hacer ni dos kilómetros de puro arrugado, con las piernas en huelga, una especie de cerrado hasta nuevo aviso. 

En el medio, obras en casa, realizadas según la táctica Poyaque. La táctica Poyaque ya está explicada: Pos ya que cambiamos el baño, cambiamos los armarios; pos ya que cambiamos los armarios, habrá que pintar. Y cuando ya tenía poco barro fuera de casa, ahora tenia el polvo DENTRO  de casa con un armario de albañiles, pintores y demás artistas del andamio. De acuerdo, yo no sé hacer nada, yo siempre suspendía Dibujo en el instituto y nunca pasé de hacer la casita con cuatro rayinas (la chimenea y el arbolín ya eran para el master). Y bien, de acuerdo, no apreté ni un tornillo. Pero tengo el record mundial de ir al contenedor: cartones, plásticos, muebles viejos,  hasta el aceite del pescado (una vez mas, la táctica Poyaque), roperos... 

Pero por fin esta mañana ya empecé a recuperar sensaciones (toma ya, qué frase...) y a pesar del maravilloso amanecer (ahorallueve ahoraparo ahoravuelvoaparar nilluevenidejallover) y aprovechando que era el primer día de vacaciones... 

(si, señora, por una serie de circunstancias relacionadas con el cariño que me profesa la Consejería de Educación, y debido a la intervención de la Ley de Paridad, hasta ayer estuve impartiendo la luz de mi sabiduría)

...aprovechando que era el primer día me dediqué a decirle a mis músculos que tienen una obligación de ponerse a trabajar, y a la chita callando completé los 5.000 kilómetros. Casi tantos como el año pasado a estas alturas. Duele pensar donde estaría sin estas cuatro semanas de parón, cuantos kilómetros podría tener ya. Pero bueno, quedan 43 días de verano.Y el lunes marcho para el Tour de Francia, así que si veis a uno en la tele con un jersey de la Carballera, será gracias a todo el apoyo que me dais, en especial mi club de fans (cuya presidenta, Nuria, por cierto, está de enhorabuena por haber aprobado). Y si, todos vais un poco conmigo.

P.S. Maravilloso pronóstico del tiempo para mañana.

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