Bueno, qué quereis que vos diga. Uno va a les marches con toa la ilusión... Pa empezar, llueve a la hora de la salida, empezamos bien. Y sí, ya sabéis como ando yo, a la media hora ya estaba solu bastante atrás. Pero al poco volvió a llover fuerte, y los de la moto ya empezaron a arrinconame: que si había mucha distancia, que si no se qué... hasta que en Peñaflor la Benemérita me "invitó" casi a punta de pistola a subir al coche escoba. Ahí neutralicé unos cuantos kilómetros y llegué al avituallamientu como pude. En la subida a la Degollá (¡vaya nombre!) acopleme a la cola del pelotón y así llegué con cuatro o cinco mataos hasta meta. Por no hablar de la probina Carmen, de León, que pinchó TRES veces en muy pocu espacio.
En fin, yo no estoy pa ganar carreres, ni mucho menos. Sólo me ayudó un fulanu del club organizador (por lo menos había seis ciclista con ropa del CC Santufirme), que cuando la G Civil lu quería echar por mi culpa no tuvo mas remediu que acelerar. Pero que te estén comiendo la oreya en lugar de ayudate, no ye la mejor manera de fomentar estes marches. Parez ser que los organizadores solo estaben preocupaos por acabar lo antes posible. Y los de la moto y la G Civil, que tendríen que estar pa ayudar, en lo único que pensaben yera en no mojase. La Guardia Civil (que cobra por estes movides) tien patente de corso. En fin, habrá que pensar en si merez la pena volver al añu que vien o no.
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