MEDIA OSTIA

Tertulia de Casa Tin Tina en el año 1957 en los Llerones, de rodillas el porterín, también llamado "el Gatu de la Nalona" por su habilidad para volar hasta el larguero

Táctica utilizada: Vamos a dejarnos de chorradas y mandangas. 

A ver, la etapa de hoy no debería tener ni media ostia, Gijón- Villaviciosa y vuelta, apenas unos 70 kms (Salvo la variante Ireneo, ya vereis), algo que se puede hacer en tres horas y poco; pero verás, ye que...

Ya os dije que cuando alguién os empiece a dar explicaciones con "Verás, ye qué...", echéis mano a la pistola, o a la cartera; o a les dos coses. 

- Y se congela Carbajo...

Para empezar un frío glacial, carlistón, trabucaire, abusador, marxistaleninista. El grajo andaba por Viesques tomando cacharros con una colonia de pingüinos. Qué mas da que llevara cuatro capas de ropa (a saber: camiseta interior, camiseta térmica de las de telojuroquenoentraelfríoperoniflowers, chaqueta del GC Buenavista modelo papel de fumar, y chaleco); había hielo en la Provi (ye que los pijos de Gijón hable, así, sdeñora) como para hacer gin tonics para toda la semana negra.

Y vereis, ye que acabo de empezar a coger la bici, apenas tres días, y el cuello anda igual que esas pobres mujeres de África (pero la fisio Cristina no me estira ni dos centímetros) y la báscula debe estar estropeada y no hay manera... Y estos dos meses, ni piscina, ni gimnasio...  

- Bueno, Carbajo, ¿Y entrenaste mucho estos dos meses?

- Aaagggfffhh, gorrrrfffff...

Así que tuve la mala ocurrencia de quedar con nuevos amiguinos en el Palacio de Hielo de Les Mestes y echar a ¿andar? Y nada de pijadas, nada de excusas, bienvenido al mundo real, el grupeto, entrenar con los colegas, ciclismo a la primera ostia cuando no aguantas ni la primera media. Esto es difícil de hacerlo cuando el alto de la Provi se convierte en el Tourmalet, y para llegar a la Esperanza es como si estuvieras subiendo las tres cimas del Lavaredo. Después de un descemso en trineo hasta Puente Arroes, subir (es un decir) a Venta les Ranes es como la Cobertoria pero arrastrándote. Menos mal que la luz del día era indescriptible y en el Pedrosu (¿O debería decir el Veleta en honor de Guillermo?) se percibía media Asturias: El Sueve, Peña Santa de Enol, el Tiatordos, Peña Maor... 

- Si, si, mucha foto, pero...

Pero lo peor, después del cafetín en La Villa (por supuesto, nada de Villaviciosa) estaba por venir. Si hasta entonces había merodeado,  ahora quedaba el deambular definitivo. Como si nunca hubiera ido hasta el Puntal corriendo (qué época en la que iba tres veces por semana a pie y vuelta, 1º10' hace... taitantos años, saludos, chaval@s de EfePé), hasta el Puntal fue como la Procesión del Santo Encuentro.   Y subir la Atalaya fue como lo de Moisés yendo a por las tablas, en qué debía de estar pensando el colega. Pero quedaba lo peor... 

- "Redios, esti Ireneo habla más que calla un muertu"

-  "Redios, esti Carbajo habla más que calla un muertu"

Lo peor fue la engatada que me montó Ireneo. En lugar de bajar a Tazones y subir al Gobernador con la táctica Hunosa (apretar un huevu contra otru),  ya empezó Ireneo con verás ye que, hay un atajo (no hay atajo sin trabajo... ni sin Carbajo), ye muy llano, estamos en un momento, apenas hay que subir, nada más que hay un repecho. Pa los que sois de la zona, en la Atalaya, a la izquierda. Y si, sales al Gobernador, pero en un tobogán que riete tu del Dragon Khan esi. Y no, la culpa no ye de Ireneo, que va, la culpa fue mia por hacer caso, como si nunca hubieras oido mas de cien veces eso mismo sobre la bici. Nada, hombre, si solo son veinte kilómetros hasta Gijón...

Y si, llegué, llegamos, gracias a los cuates que me esperaron,  con más de cuatro horas y media de bici. Y entretanto ya empezaron con planes para 2019, que si a Santander, que si si a Covadonga por Fuetes- Coru- Sietes- Breceña- Anayu (pa los de la zona, ya veis que ye peor que una etapa alpina... Y yo pensando que esto no hizo nada más que empezar, y soplando globos, uno por el asma y otro por los polvorones, el turrón, el corderín... 

El ilustre Fernando Montes Camblor, profe de Gimnasia (nada de Educación Física, eso ye una mariconada de la LOGSE) en los años 70, usaba la táctica nombrada al principio de esta crónica. Otro día haremos una crónica de frases célebres de Montes, que dan para llenar tres CPUS. Entretanto, mañana a entrenar otra vez... después del Roscón.