Como dijo el abuelo Groucho: "Partiendo de la nada llegaremos a las más altas cimas de la miseria". También recogido por el general Custer: "De victoria en victoria hasta la derrota final"







miércoles, 3 de agosto de 2011

Engatada

3h 55 m, 68 km, max 166 avg 139, 2032 kcal.

Después de dos días folgando y estirando tras el palizón del domingo, hoy tocaba ponese a la fesoria, así que me dije: "Hoy algo fácil". Bueno, el concepto de "fácil" es tan elástico...

El Fondón, 9 h 50', lleguen los pistoleros más rápidos del oeste. Como siempre, nadie se moja a donde ir. Alguien sugiere Les Llanes, en Morcín, y todo el mundo está de acuerdo en principio, aunque al final cada uno hará lo que i de la gana. El grupo arranca como una serpiente recién cenada, lenta y perezosa. Casi logro subir con ellos, así que fijaros si iben lentos. Pero tras pasar los túneles ya yos empezó a picar el niki, se hablaba de ir a Viapará; yo, que ya voy aprendiendo, escogí el Cordal, lo que fue secundado por Gali, Pepe y Veli el buenu, que estos días está convirtiéndose en una especie de director técnicu pa mi. El Cordal debería ser fácil, pero ¡estaba en obres!, con lo cual les bicis llegaron como si hubieran estao dentro de Maria Luisa. Decía el encargau: "Nada, hombre, subís sin problemas...". Y, si nos descuidamos, sin asfaltu.

El Cordal tiene unes vistes precioses por los dos sitios, deberíamos subir con más calma para disfrutar esi paisaje, con el Aramo bordeándolo todo. Incluso tien un pueblu con un nombre que me encanta, el Cantu la Vara; no como Valdefarrucos, que me paez un nombre horrible. Pero pa bajar la Soterraña, ay hermanu; subir la Sote por Pola de lena ye pa paisanos de pelu en pechu, tien que estar el día perfectu. Bueno, a lo mejor esti verano...

Llegando a Mieres vuelvo a meter la pata: "¿Y si subiéramos por santu Milianu?". Ye como la mili, nunca hay que hablar más de la cuenta. Pa empezar, cinco kilómetros picando p'arriba pa llegar a Vegadotos, barriada fea donde les haya. La subida a Santu Milianu no fue nada del otro mundo. Pero llegando arriba pepe diose cuenta de que faltaba media hora pa les dos de la tarde, y empeñose en bajar por el Carbayu... sin recordanos que había 1,5 de mini-subida rompepiernas. ¡Ay, Pepín, adonde nos llevaste! No nos encela el Coyote y engañesnos tú, como si no te conocieramos. Total, no lo creeréis, pero Pepe llegó a La felguera... a les dos en puntu.

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