Como dijo el abuelo Groucho: "Partiendo de la nada llegaremos a las más altas cimas de la miseria". También recogido por el general Custer: "De victoria en victoria hasta la derrota final"







viernes, 30 de septiembre de 2011

A la Colladiella con Paco "el jeringas"



Lao Tze yera un general chinu que escribió el arte de la guerra fai un montón de años y que yera muy listu y decía: "Nun te metas en una guerra que nun puedas ganar"; y también dixo: "Ataca siempre cuesta abaxu, nunca p'arriba". Como veis, Lao Tze debía pensar que los demás yeramos gilipollas...

Pues si, algo de gilipollas tengo. Resulta que taba yo en casa Xuan (en el chigre, no, en el de les bicis, Xuanín el nuestru) y llegó p'allá Paco el ATS (famosu en el gimnasio por facer les dominaes con una mano; y dixeronme que también les fae... con un deu), y ya sabéis, coño, que me aburro, que no sé si salir en bici, que si vienes conmigo... Y yo ya taba vestíu de ciclista, pero dixei: "Que no, Paco, que me arrevientes". Pero como toos los paisanos somos iguales y toos mexiamos contra la pared y decimos siempre lo mismo, soltome lo que dicen toos: "No, hombre, que vamos suave, que voy al tu ritmo...". "Bueno, vale, pero vete suave, ¿eh?". Primera lección de Lao Tze, ya me metí en la boca del llobu.

Segunda lección de Lao Tze. "Bah, como ye tarde vamos dir hasta la Nueva, y subimos un poco hasta el Pumarón, ¿no te paez?". Cuando me dí cuenta ya taba luchando cuesta arriba; parezco nuevu. Tres veces a la Colladona en un més, y ninguna p'ol mismu sitiu. Sueño con la Colladona, como Colladona, cago Colladona...

El "suave" de Paco ye que salimos de la rotonda de Camillera a toa pastilla; en la Puente Carbón yo ya diba a 144 pulsaciones; pa llegar a la Nueva tuve que meter toos los piñones; y el subir "un poco" ye que cuando me quise dar cuenta ya taba en la Fresnosa, pensando "queda poco, queda poco". El pocu son otros tres kilómetros hasta arriba.

Eso no fue lo peor; lo peor ye que en Casa Migio vino a veme esta amiga mía griega, Astma se llama; y os juro que en dos kilómetros no podía ni respirar, paselo mal de verdá; porque esi cachu hasta la Colladiella no ye especialmente malu, pero probai a facelo sin pulmones, veréis qué risa vos da. Fue una pena, porque la tarde estaba espectacular, el tapecer yera una maravilla, mirando pa les Ubiñes y pa un cielu roxu maravillosu.

Total, que entre ponte bien y tate quietu tuvimos que poner les lluces pa llegar a casa, venir por el paseo, tragar mosquitos y tener cuidao de no pillar a ningún prejubilau. Eso ye lo que Fae paco cuando se aburre.

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