PINCHAZO (EN TODO LO ALTO)

Pues señor...Hoy tocaba salir a estirar las patitas, día aseado, ir a ver a la mamá... Asi que fui hasta la sede de la peña (un chigre, como no podía ser menos; menos mal que a eses hores todavía está cerrao...) y nos juntamos unos poquitinos, pero con ganas de jota; así que en Tabaza decidí que no quería estorbar a nadie y volví a dar un paseo por Gijón, Les Mestes, la playa, el carrilbici, que guapo... 
Tan guapo que cuando me doy cuenta estoy pinchado. Nada del otru mundo, nada que no me  hubiera pasado antes. Pero, por supuesto, la rueda de atrás. Y por supuesto, en domingo, en La Escalerona (por cierto, en frrente del Náutico, un cristalín de botella de cerveza del tamaño de una cabeza de alfiles, más guapu...), un día de casi verano, con todo Gijón paseando por allí... Y yo con la bici pates arriba.
El primero en llegar ye el típicu enterao: 
- ¿Qué, hay avería, chaval?
- No, ye que el sábado por la noche ya me acuesto pensando en venir a la playa a desmontar la bicicleta y quedar como un gilipollas.
 Los siguientes son los jubilados. ¿Os acordáis de los de "Vaya semanita?"
- En el añu 47...
- La primera bici que compré yo pesaba 38 kilos... 
- ¿Y a eso lo llamas tu pinchar? Yo de otra cosa no sabré, pero de pinchazos... ¡Yo traje los pinchazos a Gijón, chaval! ¡Chancleta, que eres un chancleta!
Unos que iben a echar un partido a la playa (ya sabeis,once contra once) deciden esperar media hora pa echar un vistazu. Hay una boda intentando que el cura retrase media hora la ceremonia en la iglesia de San Pedro. Llegan dos chavalitas de quince años y la litrona en la mano:
- Mira, colega, que pasada, yo flipo, tía, que fuerte...
- Yo no voy pa casa, tía... 
Luego vienen los que lo graban con el móvil. A esta hora creo que hay un vídeo en Yutube titulau "Gilipollas arreglando un pinchazu en el muro". Y un tontolaba lo clava "Espera, que te descargo un tutorial de yutube". Un grupo de japoneses me ofrecen diez euros por hacerse una foto conmigo; una señora japonesa de la edad de mi madre me ofrece 20 si la dejo arreglarlo ella sola. Como tengo el bote de la herramienta abierto, la gente empieza a echar monedas. 
Cuando ya tengo casi ocho euros llega la policía municipal y me amenaza por mendigar en la vía pública; La Policía (la de verdad, la grande, la de Alfredo) me pregunta si tengo algo que ver con el terrorismo islámico o la muerte de Carrero Blanco; los de la Cruz Roja, que estaben aburridos,  quieren llevame pa Cabueñes...
Cuando por fin logro montar la rueda, la gente rompe en aplausos y una moza con pinta de turista nórdica intenta meteme un billete de cinco euros por la pernera del pantalón... 
Y eso que iba a ser undía tranquilu...