Como dijo el abuelo Groucho: "Partiendo de la nada llegaremos a las más altas cimas de la miseria". También recogido por el general Custer: "De victoria en victoria hasta la derrota final"







domingo, 3 de septiembre de 2017

CON ANDREA (Y II)




Bueno, hoy tocaba entrenar con Andrea, de la misma manera que Michael me pastoreó a mí el martes pasado (y de paso, demostrar que el ciclismo es algo más que sacarse los ojos unos a otros, ¿quien dijo que no caben la solidaridad y el compañerismo? Y por cierto, ya hablaremos otro día de esos impresentables que pasan a tu lado y ni gruñen para decirte un "hola"). Y como el domingo pasado, Andrea estaba acojonadilla, a pesar de que vamos mejorando: ya tenemos pedales semiautomáticos. Pero Andrea tiene una virtud ciclista: es prudente y conoce sus límites.

Así que después de calentar por el carril bici hasta Roces y visitar Mareo (para cuando los del UP de Langreo vengan a entrenar aquí), Andrea superó su primer puerto largo, la Madera, 9 kms, que para ella tiene el mismo mérito que para otros subir el Mortirolo. Pali pali, ni una queja, actitud positiva y p'alante. Andrea solo tiene un problema de base: habla tanto o más que yo. 

Una vez superada la parte deportiva, entramos en la parte cicloturista plena: disfrutar, calma, domingo in the morning, paseito... Y no tanto, que a pesar de que fuimos al valle de Lavandera y La Camocha, ya sabéis que esa zona está llena de repechos sibilinos que en un momento te dejan clavado. Pero ni así echó Andrea pie a tierra.  (Hombre, a lo mejor la actitud era como esos alumnos que se aguantan, pero por dentro están maldiciendo a toda la estirpe del profe) 

Total,  prueba superada, de dos horas ya pasamos a dos horas y media, el Tour de Francia ya está más cerca...

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