Como dijo el abuelo Groucho: "Partiendo de la nada llegaremos a las más altas cimas de la miseria". También recogido por el general Custer: "De victoria en victoria hasta la derrota final"







lunes, 2 de abril de 2018

ANDREA'S PACION WEEK


- Con video y todo, chaval, ahora voy a hacerme influencer. 


Tengo un alumno que escribe tan mal que no sé si quiere decir que su tío "le ciega la pasión" o si realmente quiere decir que su tío le "siega la pación". Así que esta Semana Santa (así, con mayúsculas, a lo Cospedal) Andrea pasó su Calvario particular, su vía crucis,  rematado por el Domingo de Resurrección. Es lo que pasa cuando la gente tiene vacaciones, que hay que aprovechar. 
- Che, Manolo, que bién estamos aquí arriba en El Curbiellu, qué fasil es esto...
- (Si, si... pasa tu, que yo no puedo de la risa)

El Jueves de Gloria comenzó con unos 56 kilómetros, nada mal para una principiante como ella. Buen tiempo (¡Los cielos se abrirían más tarde!) Como había que subir el Golgota, calentamos en El Curbiellu (para Andrea, el Infanzón ya es como de casa) y asaltamos el Sinaí de la Fumarea por Peón (ya sabéis, en Pión, el que nunca tuvo gochín, cuando lu tien... chin, chin, chin). Como el 12% todavía no está a su alcance, tuvo la primera caida/ retroceso, creyendo que ya estaba el día hecho. Pero no, amiguinos, la segunda caida (y la tercera)  tuvo lugar en la Cruz de Peón y aquí, si, aquí quedó crucificada la probe, total porque "sólo" hay un 9%- 10 de media. 

Y Andrea juró y perjuró y renegó tres veces antes de que cantara el gallo (¿o lo que estaba revoloteando encima nuestro era un buitre?).  Yo digo algún "taco" encima de la bici y cuando la cosa va mal, bajo un tren de santos con Cristo de fogonero; pero si alguna vez habéis escuchado a un argentino perjurar, sabéis de qué estoy hablando; así que Andrea mencionaba (cuando podía respirar) a una mujer de moral dudosa que había dado a luz a no se qué o no sé quien. Pero subió, llegó arriba, disfrutamos de unas vistas extraordinarias y el regreso a Gijón fue nuestro particular Domingo de Ramos: el mío, porqu estrenaba el traje del GC Buenavista, el de Andrea porque hizo su particular entrada triunfal en Gijón. 

El Viernes de Prendimiento tocaba Cuaresma, Ramadán, rodar suave, estirar las patitas. El Muro, Ayuntamiento, la Providencia... Y qué casualidad que acabamos al pie del Curbiellu en la subida al cementerio de Deva (venga con lugares de entierro). Aquí Andrea dijo que se cortaba la oreja (o que si la hacía subir me iba a cortar las orejas a mí), así que tiré cuesta arriba. Una risa, la arrancada es de las que te deja clavado, como si el asfalto quisiera pararte. Apenas dos kilómetros, ya la última cuesta la tomas a risa como si te hubieras fumado un porro. 

Y la vista desde arriba es de las que quitan el hipo, todo Gijón a tus pies, casi se ven las procesiones de Luanco. Eso si, el tiempo no invita, ni frío ni calor sino todo lo contrario, decir que ha entrado la primavera es como si me llamas aparte y no me dices nada, la lluvia es una posibilidad real. Así que bajamos a rodar a Les Mestes y cada mochuelo a su olivo (y venga con los tópicos de la semana).

Pero quedaba la traca final, el apoteosis, el aleluya, la gloria,  los ciclopes salieron  de la tierra para asaltar los cielos. El domingo de Gloria arrancamos con ganas, el Infanzón ya es poco más que la cuesta de Vindoria. Y enseguida estábamos en la Playa de España (¡vacia! A penas dos o tres coches, esto os indica el tiempo que hacía) mirando hacía arriba. Y Andrea, a pesar de sus miedos, subió como una campeona, esta vez solo tuvo una caida/ pie a tierra por abrirse en la curva de lo acojonadilla que estaba. 

Bueno, llegamos a Arroes (esto ya lo hace Andrea con los ojos cerrados) y no, no podemos quedar contentos, bajamos a Castiello y la playa otra vez y esta vez, Andrea volvió a subir sin poner pie a tierra ni una sola vez. Vamos de vuelta a Gijón, pues no, Andrea se dejó engañar para subir el Curbiellu por Pión. Los "tacos", lo juro, no los llevaba grabados desdeel jueves, eran espontáneos. Pero Andrea subió como una valiente, sin posarse (la primera vez, hace cuatro meses, se había posado dos veces) y a cierto ritmillo. El entrenamiento empieza a hacer efecto. 

Andrea empezó a entrenar a finales de agosoto con una bici de paseo de Decatlon de12 kilos y un desarrollo de x25. Ahora tiene una bicicleta de carretera con un x32 que le da la vida. Andrea es fuerte, tiene ganas de aprender y tiene la motivación por las nubes. Como diria su compatriota el "Mono" Burgos, Andrea es de las que va al frente con una cucharilla. Su horario laboral no la invita a entrenar por semana. Para que os hagáis una idea, esta semana fue la primera vez que empató dos días seguidos de entrenamiento. 

Seguiremos, claro que seguiremos entrenando. Y ya tenemos objetivos marcados para Andrea. No los decimos, no vaya a ser que... Pero seguiremos informando.

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