- Caleyando por la Gueria Santirso.
No sé si alguna vez os ha pasado, seguro que si, que ya desde el principio del día las cosas salen mal, mañanas en las que la única solución posible es meterse en la cama con la cabeza hacia abajo. Bueno, hoy fue un día de esos, sobre todo porque, oh horror, me había olvidado el Ventolín del asma en casa. Así que tras intentar, sin éxito, seguir a los Conchi boys (otru día hablaremos de la gran Conchi) tuve que volver para meterme el chutazo que no me había dado con el desayuno.
Y ya que el día estaba perdido (por eso no os he puesto hoy los parámetros, porque son patéticos) decidí caleyar un poco cerca de casa, ya sabes, si no puedes coger la vaca, coge el cuerno. Y parece que sí, que el chutazo hizo efecto, y logré espatuxar un poco por el Visu y Santirso que, mira tu, no los había subido desde el accidente. Subidas fáciles, aunque la zona está olvidada, el asfalto muerde y hay que apartar a los raposos del camín.
Así que salvé un poco la cara, así que mañana prometo más y mejor... y tomarme la medicación.
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