Como dijo el abuelo Groucho: "Partiendo de la nada llegaremos a las más altas cimas de la miseria". También recogido por el general Custer: "De victoria en victoria hasta la derrota final"







lunes, 7 de agosto de 2017

DIOS Y EL PARLAMENTO ASTURIANU





 Pues señor, había un cubanu que yera muy buenu, muy buenu, y taba tool día yendo a misa, y venga a rezar. Y el cubanu murió y Dios subiolu p’al cielo, y allí venga a rezar, y dai, y por la mañana coro, y misa, y al mediodía misa, y por la noche rosario…
Y un día el cubanu cansose y fue a ver a Dios:
- Oye, Dioh, yo te voy a desil, yo etoy mu a gusto acá y muy contento, pero… to’l día que si resa p’acá resa p’allá… y yo te digo, ¿no hay algo máh?
Dios quedó así un poco sorprendiu, pero dijoi:
- Bueno, mira… Tenemos un conveniu aquí con el infiernu que acabamos de firmar… una especie de beca, como un viaje de estudios…
Y el cubano estiró la oreya y dijo: “¿Y cómo es que es eso?
- Bueno, es una especie de todo completo, un viaje de siete días y a los siete días vuelves p’acá…
-Eso no mah e’ lo que yo quiero…
- Bueno, entos vienes mañana y firmes los papeles.
Y al día siguiente fue p’allá, y despidiose de dios- “Pero yo dentro una semana no máh voy a volver”- y bajó p’al infiernu…
 


 Y encontrose con unes luces de neón, y un láser como el del Model’s, y música por toes les esquines. Y recibiolu el diablu:
- Oye, que yo soy…
- Si, si, tu yes el cubanu… bueno, hombre… a ver, abre esa puerta- y abrió una puerta y había comida fría, y caliento, carne, pescao, postres…- Bueno, pués comer lo que quieras cuando quieras. Pero tovía no terminamos. A ver, abre esa otra puerta- y abrió y había allí bebida fría, caliente, vinos, champán, mojitos, cubalibre… el cubanu alucinaba. Pero dijoi el demonio- Tranquilu, que todavía hay más. Abre esa otra puerta- Y el cubano abrió, y había una pila de muyeres cojonudes en ropa interior. El cubanu aullaba…





Y pasó una semana, y el cubanu ya os podéis imaginar. Y cuando pasó el tiempu el cubanu volvió p’al cielo, pero ya no taba tranquilu, ya diba ranciendo… y cuando llegó a Dios, dijo:
- Oye, Dioh, ya tu sabeh… Yo ehtoy muy a gusto acá, pero tanto rezar, tanto rezar… Como que yo quiero bajar pallá otra vez…
- Bueno- respondió Dios- Bajar puedes bajar, pero… si bajes ya ye definitivo.
- Oye, si, mi Diosito, yo te apresio, pero tu ya sabes…
- Bueno, bueno, vienes mañana y ya firmes los papeles pero acuérdate que esta vez ya non tien arreglu.
Y al día siguiente el cubanu firmó el libramientu y bajó p’al infiernu.
Y cuando llegó allá taba too oscuro, no había luces, no se veía nada… Y abrió una puerta, y taba esperándolu el demonio con una estaca, y ¡ras! Un focicazu en toos los dientes. Y garrolu p’el pelo y venga, pa la caldera, y el diablu venga a soplar… y cuando taba cociendo a fuegu lento dijo el cubanu:
- Oye chico, ¿Qué eh lo que pasa acá?
Ydijo el demoniu:
- ¡Ay, amigo!... Ahora que ya nos votasteis…


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