Ahora toca uno de mis cuentos favoritos, tomado de "Las Mil y Una Noches".
Erase una vez que se era un rico mercader persa, ya sabéis: casa, cuatro o cinco muyeres, camellos a esgaya y un ejército de criados, de los que su favorito era Abdul.
Un día el mercader mandó a Abdul a hacer algunos mandados. De repente, en medio del mercado, Abdul sintió que unos ojos se le clavaban en la nucay... sintió miedo. Cuando se volvió, advirtió a un extraño vestido de negro que no cesaba de mirarlo.
- Porqué me miras así? ¿Quien eres?
Y el extraño respondió:
- Yo soy la muerte.
Abdul tardó poco en reaccionar. Echó a correr y llegó a casa de su dueño:
-¡Amo, amo! Acabo de ver a la muerte en el mercado! ¡Tengo que escapar! Si me das un caballo, llegaré a casa de mi hermano a Ispahán antes de que caiga la noche...
El mercader accedió y le dió su mejor caballo. Cuando Abdul echó a correr, el mercader se quedó pensando. Al fin y al cabo Abdul, a quien tenía gran afecto, era su criado de confianza. Así que el mercader se dirigió al mercado. Y allí, efectivamente, estaba el extraño de negro.
-¿Porqué asustaste a mi criado?
- Yo no lo asusté... Simplemente me sorprendí de verlo aquí, en Teherán.
- ¿Porqué te sorprendiste?
- Porque tengo una cita con él... esta noche... en Ispahán.
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