EN LAS MANOS DE MORDOR

Mierda de tiempu, ocho y diez de la mañana, esto parez Mordor. Hoy voy a entrenar lo que entrenó Clavijo...

 70 kms, 3º8', 21, 9 kms/h, 128 ppm, max. 149 ppm, 1.392 kcal.

Bueno, esta fue la primera reacción esta mañana, parecía que las Manos Horribles se habían adueñado del Reino de la Modesta (foto). Pero tenía dos opciones, estar encerrado con la Gran Morgana (mi madre) y hacer todos sus caprichos (o sea, los recaos de casa), o adentrarme en el Tiempo/Atmósfera ignoto... y arriesgar. Además, parecía que quería abrir un poco, así que puse la funda (el mono va dentro) y ataqué la Tierra Media del Reino Bajo de Nhálorn. 

Además hoy tocaba obedecer al Gran Hechicero FankAdrianFurter: Plato grande y mover patuques. Así que después de calentar en la Pista del Piñón Cojonero durante 20 min (la calle que veis en el medio de la foto), más que nada porque me pilló el tren y no pude cruzar la vía, metí chapa y pronuncié el mantra del Gran Mago Rubio: "Noparesnoparesnoparesnopares...". Y pa un menda que pensaba que lo del plato grande solo se aplicaba a las horas del Gran Condumio, se hizo lo que se pudo. 

- ¡Mira que tiempu en Agosto, colega!

Al entrar en el  Oscuro Ignoto de la Parte Baja de la Tierra Alta (en el tunel de Camillera) encontré al Buhonero Severino y a OjodeHalcón Jorge Herrero, (de 65 años p'arriba los dos), con lo cual tiraron de mí con el ganchu. Solo había un problema: a ver quien hablaba más de los tres. Yo creo que Jorge se hizo con la mención Categoría Premium. El problema fue que al entrar en el Gran Ombligo (Laviana) las Górgonas de la Lluvia decidieron que ya habían dormitado bastante y comenzaron a llorar otra vez sobre los Hombresqueseempeñanenhacerdeportepanosequé. Así que Seve y Jorge, muy amablemente, dijeron aquello de "Ahí te quedas, pringao", momento que aproveché para comer y hacer la semeya oficial. A partir de ahí, la Duda Eterna: ¿Pongo el chubasqueru de una vez o espero un poco más? Y voy decivos que no sobraba, y que se agradecía el Garn Calor Interior. 

Y así, mordiendo los dientes y maldiciendo en arameo porque ni llovía ni lo dejaba, completé el Gran Desafío Homenaje a los Integrantes del Gran Capítulo del Bacilo Bizco.