Estos son dos colegas que mueren aproximadamente al mismu tiempu y, como habíen sido malos, van al infierno. Según entran por la puerta del averno, son recibidos por satanás:
- Oye, pues no sé donde os voy aponer, no tengo sitiu, está esto todo lleno; como me vinieron Aznar y Felipe González, y la Cayetana, y el George Bush, resulta que tengo aquí un overbooking tremendo... Espera, déjame mirar el ordenador... a ver... darme los datos, a ver qué contraseña tenéis...
Y tras una larga consulta al ordenador, Barrabás explica:
- Mirar, si, está aquí apuntao... hay una plaza en el infierno alemán y una plaza en el infierno español; pero solo una en cada sitiu...
Los dos colegas se miran extrañados y uno de ellos pregunta:
- Oye, ¿cómo ye eso del infierno español y del infierno alemán?
- Veréis- responde Belcebú. rascándose la barbilla- En el infierno alemán hay que cargar con un calderu de mierda todos los días, y en el infierno español, hay que cargar cuatro calderos de mierda todos los días...
Rápidamente, uno de los colegas salta y dice:
- ¡Oye, a mi ponme pa el infierno alemán!
Y el otro, sorprendido, dice...
- Bueno, qué vamos a hacer... ponme para el infierno español...
Al mes se encuentran y uno de ellos pregunta:
- Oye, ¿qué tal por el infierno alemán?
- Jo, chico, estoy aburrido, ya no sé qué voy a hacer... ya sabes, estos alemanes, siempre tan cuadriculados, siempre tan exactos, todos los días, venga calderu de mierda... Y tú, ¿qué tal por el infierno español?
- ¡¡Meca, de maravilla!! Un día no hay calderu, otru día no hay mierda... otru día no vino el encargau...
No hay comentarios:
Publicar un comentario