Como dijo el abuelo Groucho: "Partiendo de la nada llegaremos a las más altas cimas de la miseria". También recogido por el general Custer: "De victoria en victoria hasta la derrota final"







viernes, 10 de abril de 2020

EL TORO SEMENTAL


Resulta que esto era un ganadero que tenía un toro semental de esos de más de quinientos kilos, y el bicho era un fenómeno: vaca que cogía, vaca que preñana; y otra vaca al día siguiente, y otra preñada; y otro día, otra vaca, otra; y había día que cogía dos vacas, y las dos preñadas; y al día siguiente otra, y otra, y otra... Así que un día cogen los otros ganaderos, y dicen: "Oye, este toro es un fenómeno, hay que comprarlo; vamos a hablar con el ganadero".  Así que van a la dehesa, y el ganadero dice: 


- Si, si, sin problemas, no hay problema, yo os vendo el bicho; pero un millón de euros. 

- ¡¡Estás loco!!, ¿De donde vamos a sacar un millón de euros?, Tu no estás bien, es mucho dinero, que tu nos quieres arruinar, que no tenemos esa cantidad... 

- A mi hacer lo que queráis: podéis ponerlo de semental, podéis congelar las dosis y venderlas, podeis comeros al bicho... pero un millón de euros. 

Los ganaderos se miran unos a otros y dicen desesperados: "¿Y ahora qué hacemos?"

- Hombre, podemos ir a ver al alcalde, a ver que dice...

Y el alcalde es todo parabienes: 

- Si, si, sin problemas, no hay ningún problema. Quito de aquí, pongo esta partida por allá, cambio un par de facturas de sitio, y ahora tengo la subvención de Bruselas... Hala, ya podeís firmar. 

Y se hacen los papeles con el ganadero, y los otros van a ver al director del banco, y se hacen todos los trámites... 

Y a día siguiente el toro queno aparece. 

Y al día siguiente tampoco. 

Y al tercer día, ni rastro del toro semental. 


Al cuarto día, salen los ganaderos por la dehesa a buscar al toro, cuarenta paisanos buscando al morlaco... y allá al poco aparece el toro debajo de una encina... cervecita, aceitunas, sombrero de paja, hamaquita guapa, leyendo el "Marca"... y uno de los ganaderos, pasado el momento de asombro, acierta a decir: 

- ¡Pero bueno, chaval, ya está bien, ponte a funcionar!. 

Y el toro mira por encima de las gafas de sol, y dice: 

- ¡A mi ni me toquéis, ¿eh?! Que ahora estoy con el Ayuntamientu...  


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