Resulta que esto era un ganadero que tenía un toro semental de esos de más de quinientos kilos, y el bicho era un fenómeno: vaca que cogía, vaca que preñana; y otra vaca al día siguiente, y otra preñada; y otro día, otra vaca, otra; y había día que cogía dos vacas, y las dos preñadas; y al día siguiente otra, y otra, y otra... Así que un día cogen los otros ganaderos, y dicen: "Oye, este toro es un fenómeno, hay que comprarlo; vamos a hablar con el ganadero". Así que van a la dehesa, y el ganadero dice:
- Si, si, sin problemas, no hay problema, yo os vendo el bicho; pero un millón de euros.
- ¡¡Estás loco!!, ¿De donde vamos a sacar un millón de euros?, Tu no estás bien, es mucho dinero, que tu nos quieres arruinar, que no tenemos esa cantidad...
- A mi hacer lo que queráis: podéis ponerlo de semental, podéis congelar las dosis y venderlas, podeis comeros al bicho... pero un millón de euros.
Los ganaderos se miran unos a otros y dicen desesperados: "¿Y ahora qué hacemos?"
- Hombre, podemos ir a ver al alcalde, a ver que dice...
Y el alcalde es todo parabienes:
- Si, si, sin problemas, no hay ningún problema. Quito de aquí, pongo esta partida por allá, cambio un par de facturas de sitio, y ahora tengo la subvención de Bruselas... Hala, ya podeís firmar.
Y se hacen los papeles con el ganadero, y los otros van a ver al director del banco, y se hacen todos los trámites...
Y a día siguiente el toro queno aparece.
Y al día siguiente tampoco.
Y al tercer día, ni rastro del toro semental.
Al cuarto día, salen los ganaderos por la dehesa a buscar al toro, cuarenta paisanos buscando al morlaco... y allá al poco aparece el toro debajo de una encina... cervecita, aceitunas, sombrero de paja, hamaquita guapa, leyendo el "Marca"... y uno de los ganaderos, pasado el momento de asombro, acierta a decir:
- ¡Pero bueno, chaval, ya está bien, ponte a funcionar!.
Y el toro mira por encima de las gafas de sol, y dice:
- ¡A mi ni me toquéis, ¿eh?! Que ahora estoy con el Ayuntamientu...
No hay comentarios:
Publicar un comentario