LA PITINA

  Un paisanín entra en un chigre de Cimadevilla a eso de la una de la tarde, con una pitina debajo del brazu. (Para los lectores no asturtzales,  Pitina: "cría que nace de huevo de un ave y en especial de la gallina", pero en femenino,  del DRAE). Hay poca gente, así que, con calma, el paisanín dice: 

  

- Oye, ponme un vasu de vino, y pa la pitina, pues pones, pues eso, una paella como pa cuatro, con mucho arroz, y con todo, con carne, con pescado, con vegetales... 

Llega la paella y en un momento, la pitina, pim, pim, pim... ventilada... 

- Mira, como ye temprano, ponme otru vasu de vino, y pa la pitina, pues pones una fabada como pa cuatro también, pero con todo el compangu, ¿eh? Con mucho jamón, con el tocín... 

Llega la pota fabes, la pitina mete la cabeza, pim, pim, pim... en dos minutos, terminada. 

- Oye, pa marchar ya pa ir a comer, ponme otru vasu vino, y pa la pitina pues pones... pues esi jamón, el más grande... bájalu pa acá.... 

Y el chigreru pon el jamón encima de la mesa, y la pitina, pim, pim pim, en un momento, solo queda el huesu.   El chigreru, con los ojos como platos, empieza a cavilar: "Meca... esta pitina ye un chollu... si la engordo pa Navidad..."

- Oiga, compro-y la pitina. 

El paisanín contesta molesto: 

- No, no, no y la puedo vender, no, mire... 

- Dígame cuanto quier, hombre, que y la pago, será por perres...

- No, hombre, no ye eso, ye que no y la puedo vender... 

- Bueno, hombre, pues dígame dónde la consiguió, pa comprar yo otra igual. 

- No, hombre, que si y lo digo,  no me va a creer... 

- Oiga, ¿cómo que no, haga el favor? ¿Entós somos paisanos aquí o qué somos? 

- Bueno, hombre..  pero no se ría., ¿eh?

-¡Oiga, ¿cómo me voy a reir? ¿Pero qué ye esto?

- Bueno... pues resulta que el otru día iba yo paseando por el Muro... y había en el suelu una lámpara de latón así muy vieja... Y yo pegué-y una patada, y digo: "Mira que si tuviera genio"... ¡Y efectivamente, tenía un genio dentro! Y dizme el genio: "¡Pídeme lo que quieras, pídeme!". Y yo al principio no quería, pero el genio insistió, "¡¡Pídeme lo que quieres o te desintegro!!". 

Y yo, ya puestos, pues... pedí una polla insaciable... ¡Y mire, mire aquí la polla insaciable!