Como dijo el abuelo Groucho: "Partiendo de la nada llegaremos a las más altas cimas de la miseria". También recogido por el general Custer: "De victoria en victoria hasta la derrota final"







viernes, 3 de abril de 2020

DOS GALLEGOS


(Este lo tenéis en YouTube por Leo Harlem; no sé quién lo cuenta mejor en persona, si él si yo...) Y se lo voy a dedicar a mi compañeira Nuria, que ye de por allá...

Dos gallegos que están trabajando en Londres y ya llevan tresmeses hasta el moño de comida rápida: que si fishandchips, que si hamburguesas, que si sandwiches... 

- Ay, Carballeira, si pillásemos as cosas de nuestra terriña...


Y oye, efectivamente, un día doblan una esquina así en Picadilly, y zas, de frente: "Restaurante A Conselleira". Y sin decir nada, se lanzan alá como dos aviones en picado. Así que entran.... y en la recepción un camarero japonés, vestido de gallego, tocndo la gaita. Con un impecable acento de Cambados, pregunta el oriental: 


- ¿Y que desean os señores?

- Bueno, si se puede... una mesiña para dos... 

- Cómo no se va a poder, siganme por aqui os señores... Les voy a poner una mesa al fondo para que no les molesten.

Así que avanzan los gallegos, sorprendidos, por el medio del local, el japonés delante tocando una muñeira. y cuando ya son sentados, empieza la letanía: 


- A ver, para empezar les sugiero unas almejas y unas ñécoras, unas vieiras del peregrino que ayer todavía cantaban en la ría; y tenemos unlacón de porco riquísimo con grelos... El pulpo todavía se está peleando con el camarero. Todo ello con el mejor alvariño de Ourense.

- Bueno, tu vete trayendo, vete trayendo. 

Una vez acabados los entrantes, el japonés sigue desplegando sigue el ágape: 


- Pues podemos seguir con una lubina de A Costa da Morte frente a San Andrés de Teixido, que si non vas de morto vas de vivo; y una ternera que ayer todavía pastaba por la mariña lucense; y podemos acabar con un queso de tetilla que es teta de novicia, y la tarta Santiago; y después ya les hago yo el conxuro dela queimada. 

 Entre tanto, viendo el percal, un comensal le dice a otro: "Oye, mucho me parece a mi esto; aquí vamos a dejar una millonada". 
Y al acabar las viandas el japonés saca una olla pa hacer queimada como pa ocho, y recita... "Mouchos, coruxas,  sapos e bruxas.  Demos, trasgos e diaños, espritos das nevoadas veigas. Corvos, pintigas e meigas,  feitizos das menciñeiras. Podres cañotas furadas, fogar dos vermes e alimañas. Lume das santas Compañas..." De memoria, sin equivocarse ni una línea. Las llamas llegaban al techo... 


Y cuando ya los gallegos están que lo echan por los ojos, dicen: "Oye, traenos la cuenta cuando puedas". Y  cuando se va el camarero, comentan entres si: aquí vamos a dejar la para del més. Pero cuando llega la papela, el comentario se suaviza: 

- Oye, pues no está mal, era menos de lo que pensábamos; pagamos bien, pero comimos, ¿eh?, comimos... que no se diga. 

Y tras dejar una suculenta propina, uno delos comensales le pregunta al japonés: 

- Oye, ¿podemos saludar al propietario, por aquello de si es de la tierriña?

_ Y cómo no van a poder saludarlo, ¡Amancio!, estos señores... 

Y sale Amancio, una barriga que da la vuelta al mundo, elpelo del pecho reventando por los botones de la camisa, limpiándose las manos con el mandil: 

- ¿Qué pasa, hombre? Así que los señores son de la tierriña...

- Mira, yo soy de Betanzos, y este de Puentedeume... 

_ Ah, pues en Puentedeume tengo yo una prima que está casada con el cabo de la Guardia Civil, y la boticaria es prima segunda de mi madre... ¿Y no conocerán...?

- Y cuando ya hay confianza, uno de los gallegos pregunta: 

- Oye Amancio, comer comimos muy bien; entonces, una cosa que nos extraña, un restaurante tan típico... ¿Cómo tienes aquí al japonés este vestido de galleho y tocando la gaita?

Y contesta Amancio, poniémdose un dedo en la boca: 


- ¡¡Chist, que no se entere él, que lo tengo aquí trabajando gratis, y piensa que este es un restaurante típico de Escocia y que está aprendiendo inglés!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario